Honda X-ADV: por si un escúter se te queda corto

Por Jesús Flores

MOTOR ON

honda

Aunque cuando salió la primera versión de la X-ADV 750 muchos sospecharon que este modelo pintón escondería un fracaso comercial, lo cierto es que esta moto es la novena más vendida en el mercado, más allá de las exitosas 125. Nos subimos a ella y comprobamos por qué.

23 ago 2020 . Actualizado a las 18:56 h.

U na apariencia de escúter con líneas agresivas, un chasis preparado para el trail y un motor de 54 caballos: esta es, en líneas generales, la tarjeta de presentación de la X-ADV 750, que la propia Honda define como una «moto SUV», en un guiño hacia la tendencia de moda en los automóviles. Claro que, de buenas a primeras, este apodo también podría provocar una reflexión que se aplica a este tipo de coches: demasiadas pretensiones y prestaciones mediocres. Evidentemente, la X-ADV no es el escúter perfecto (pesa mucho en parado, es demasiado alto y determinados giros en ciudad requieren una concentración extra); tampoco estamos hablando de una Africa Twin con la que hacer el Paris-Dakar, aunque Honda se haya inspirado en el diseño de esta para desarrollarla (ni nadie que haya pagado 11.850 euros por una moto para uso diario empezará a meterla por las corredoiras como si tal cosa), o de una touring, pese a su motor de 745 cc y 54 CV a 6.250 rpm: pero en cualquiera de los tres conceptos en los que se despliega la X-ADV cumple sobradamente para un usuario medio. Si se conduce con sentido común es tranquila, tanto sale con suavidad tras la parada en un semáforo como traza una curva sin esconder sorpresas. Subido a ella transmite una sensación de poderío. Su magnífico cuadro de instrumentos ofrece sensación de tener el control. Pero el gran argumento de este modelo está en su equipamiento mecánico, en el que sobresale su sistema de transmisión de doble embrague, lo que, además del cambio automático más suave, en modo D, que es el que la mayoría va a usar casi todo el tiempo, permite elegir un modo S, más deportivo, y el G, con una curva de funcionamiento más campero. Esta última es una de las novedades que presentan los modelos más recientes, junto a un control tracción desconectable y la posibilidad de limitar la potencia a 47 CV para poder conducirla con el carné A2.