El felino está de regreso

MOTOR ON

El Ford Puma nació en 1997 como un pequeño cupé deportivo de tres puertas y tuvo una corta vida hasta el 2002. Ahora vuelve convertido en un SUV compacto y con muy buenos argumentos para triunfar. Tiene un buen comportamiento en curva, una dirección muy precisa y un sistema microhíbrido que le garantiza la etiqueta ECO.

15 mar 2020 . Actualizado a las 11:26 h.

El nuevo Puma tiene un aspecto musculoso, con un frontal de inspiración felina dominado por una amplia parrilla y dos grandes faros trapezoidales. En la vista lateral cobran protagonismo los pasos de rueda, muy ensanchados, y la elevación de la línea inferior de las ventanillas a la altura del pilar posterior. En la parte trasera el techo se prolonga en un spoiler y el nombre del modelo luce en el centro del portón, debajo del cual se ha dispuesto un difusor con una única salida de escape.

En interior llama la atención el cuadro de instrumentos totalmente digital y que puede cambiar de aspecto según el modo de conducción seleccionado. En el centro del salpicadero hay una pantalla táctil de 8 pulgadas tipo tablet y con algunos botones de acceso directo debajo. La tapicería incluye partes en cuero y costuras en rojo, y junto a algunas molduras con efecto fibra de carbono le dan una atmósfera racing al habitáculo.

Los pasajeros de atrás tienen un espacio razonable para un coche que mide 4,20 metros de largo, aunque los asientos son poco prácticos, ya que no se puede inclinar el respaldo ni correr la banqueta. El maletero tiene 400 litros de capacidad, cuenta con iluminación, una toma de 12 voltios y una plataforma que se puede poner en dos alturas. Debajo encontramos un hueco enorme, de formas cuadradas y que admite objetos de hasta 50 kilos de peso. Este espacio es impermeable, se puede llenar de agua y utilizarlo para lavar unas botas o una mascota, por ejemplo, ya que dispone de un desagüe.

MOTOR

El Puma que hemos conducido lleva un motor muy compacto que no llega al litro, son 998 centímetros cúbicos; tiene tres cilindros y da una potencia de 125 caballos con el par máximo a 1.750 revoluciones, así que el turbo empieza a soplar desde muy abajo. No es una bala, porque hace el 0 a 100 en 9,8 segundos, pero me ha llamado mucho la atención la rapidez de la dirección, que obedece a la mínima insinuación. En curva parece que vamos sobre raíles y esto, unido a una palanca con un pomo redondo y de cortos recorridos, le da un punto deportivo a la conducción. Un botón situado entre los dos asientos permite elegir varios modos que modifican el funcionamiento del control de tracción o la respuesta del motor: Normal, Sport, Suelo resbaladizo, Eco y Trail.

Esta versión incluye un sistema mild hybrid con un pequeño motor eléctrico de 48 voltios alimentado por una batería de iones de litio, situada entre el hueco del maletero y la base de los asientos. Le da un poquito más de punch en la aceleración, pero sobre todo ayuda a reducir el consumo y las emisiones, lo que le permite obtener la etiqueta ECO de la DGT. Curiosamente, Ford ofrece el mismo motor sin microhibridación, que es dos décimas más lento y consume 5,9 litros a los 100, en vez de 5,6. En contrapartida tiene un maletero 50 litros más grande.

EQUIPAMIENTO

Nuestra unidad de prueba era la versión ST-Line X, la más alta de la gama. Incluye cambio automático de luces cortas/largas, alerta de cambio involuntario de carril, frenada activa con detección de peatones y ciclistas, control de presión de neumáticos, faros antiniebla con luz de giro, reconocimiento de señales de tráfico, retrovisores exteriores calefactados y climatizador bizona. La suspensión y los asientos delanteros son deportivos y los pedales, de aluminio.

También vienen de serie el equipo de sonido Bang&Olufsen con diez altavoces, el navegador y la conectividad con Android Auto y Apple Car Play. Como extras llevaba portón eléctrico y acceso manos libres, faros de led dinámicos y el paquete Tech. Este último cuesta 1.300 euros y ofrece aparcamiento asistido, control de crucero adaptativo, cámara trasera, detector de ángulo muerto, sensor de párking delantero y sistema precolisión.