Ahora que nos preocupamos tanto por saber qué coche nos tenemos que comprar para ser más ecológicos, deberíamos reconsiderar también si nuestro tipo de conducción es eficiente
11 ago 2019 . Actualizado a las 19:32 h.Un coche eficiente conducido por un conductor torpe es absolutamente ineficaz. Comprarse un coche híbrido, por ejemplo, y tener un pie derecho pesado (acelerando más de lo necesario, claro) tirará por la borda las bondades del coche que acabamos de adquirir.
Y es que muchas veces son los conductores, más que los propios automóviles, los causantes de las emisiones con una conducción innecesariamente errónea.
Gestos habituales como arrancar el motor y pegarle un par de acelerones, circular con marchas muy cortas y apurarlas al máximo o exprimir los tiempos entre semáforo y semáforo son muestras de irresponsabilidad medioambiental. Y eso que muchos automóviles ya nos ayudan con indicadores que nos dicen cuándo hay que cambiar de marcha.
Un decálogo elaborado por la Dirección General de Tráfico junto al Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) y Nissan nos recuerda diez consejos para realizar una conducción eficiente. Los beneficios de esa conducción son un ahorro del 15 % de combustible, una mejora medioambiental, una reducción del 15 % de las emisiones de CO2, una disminución de la contaminación acústica, un aumento del confort en el vehículo, una reducción del estrés del conductor y una disminución en el riesgo de accidentes.
En el decálogo de conducción eficiente se citan las siguientes conductas: arrancar el motor sin pisar el acelerador, circular siempre en las marchas más largas que sea posible, reducir las marchas lo más tarde posible (especialmente en las bajadas), mantener una velocidad uniforme evitando aceleraciones y cambios bruscos de marcha o conducir con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver dos o tres coches por delante. Son algunas de las medidas que ayudan a hacer una gestión energética más eficiente durante la conducción.
Con todas estas conductas mejoraremos la eficiencia de nuestros vehículos y ayudaremos a mantener el medio ambiente, por no hablar del ahorro que supone en un año en el que los precios de los combustibles han subido un 6 %. Y es que los vehículos de turismo suponen un 15 % de la energía que se consume en España.