Única en su especie

MOTOR ON

Los triciclos aportan un plus de seguridad en curva y superficies mojadas. Hasta ahora eran escúteres, pero Yamaha se ha atrevido a crear la primera moto de gran cilindrada con doble rueda delantera. La Niken se conduce como una moto, y sus prestaciones y sonido sorprenden.

19 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Niken significa en japonés «dos espadas» y eso es precisamente lo que llama la atención nada más verla: el doble eje delantero, con doble horquilla invertida en cada rueda. Del asiento para atrás es como cualquier moto, con un colín levantado que le da un aspecto deportivo. Pero la parte frontal impresiona, con un carenado futurista bajo el cual se oculta el sofisticado sistema de brazos cuadriláteros paralelos y suspensión telescópica. Si nos dijeran que es un vehículo de la próxima película de Star Wars, nos lo creeríamos.

El asiento es amplio y no tiene regulación, pero llegamos perfectamente con las piernas al suelo. La posición al manillar es relajada y a ello contribuyen unas estriberas no demasiado retrasadas. El pasajero no dispone de tanto espacio, pero tiene dos asas para agarrarse. El cuadro de instrumentos es totalmente digital, con la información en blanco sobre fondo negro que se ve sin problemas en días de sol.

La Yamaha Niken monta el mismo motor de la Tracer 900, un tricilíndrico que rinde 115 caballos a 10.000 revoluciones. La moto sube de vueltas con rapidez pero gracias al control de tracción de dos niveles se muestra muy progresiva y nunca nos va a dar sustos, salvo que lo desconectemos. Hay tres mapas de motor, pero podemos ir perfectamente en el más agresivo. El embrague es muy suave y el quick shifter aporta una agilidad adicional en las aceleraciones, permitiendo cambiar de marcha sin dejar de girar el puño derecho.

La sensación al subirse a ella es que estamos en una gran sport touring, con el enorme depósito de aluminio de 18 litros y mucho espacio delante de nosotros. Cualquier duda sobre su manejo se disipa en cuanto nos ponemos en marcha y podemos decir que requiere un proceso de adaptación menor que con cualquier otra motocicleta.

La anchura con respecto a la Tracer es de solo 3,5 centímetros más, y donde hay más diferencia es en el peso, casi 50 kilos más. A pesar de ello, en marcha no se notan absolutamente y en cambio proporcionan un mayor aplomo en vías rápidas. Al entrar en una curva, el doble eje delantero se inclina hasta 45 grados, con una rueda un poco más adelantada que la otra, y el doble apoyo hace que parezca que vamos sobre raíles. La sensación de seguridad es total, incluso aunque circulemos por asfalto irregular o bacheado. Un pomo muy accesible permite cambiar la precarga del amortiguador trasero, y con herramientas podemos ajustar también la compresión y el rebote.

Delante lleva llantas de 15 pulgadas, más pequeñas que la de atrás, que es de 17, para mejorar la maniobrabilidad. La frenada está garantizada porque cada eje tiene su propio disco, de 298 milímetros y pinzas radiales los anteriores y 282 el posterior. El carenado protege bien las piernas, pero el parabrisas apenas cubre, es como ir en una naked.

La Niken que nos han dejado en el concesionario Manel Motor es la versión normal. Lleva faros dobles de led que proporcionan una gran iluminación, y los intermitentes, también de led, están integrados en los retrovisores. Cuenta con embrague asistido antirrebote y cambio rápido que permite subir de marchas sin apretar la maneta. Además incluye control de velocidad de crucero y junto al manillar encontramos una toma de 12 voltios. 

VERSIÓN GT

La Yamaha Niken cuesta 16.349 euros y solo está disponible en acabado Graphite. Por mil euros más tenemos la versión GT, que incluye una cúpula más alta, puños calefactados, un asiento más cómodo, maletas laterales de 25 litros y caballete, además de una toma de corriente adicional. Se puede elegir en gris o en azul, esta última con las horquillas doradas. Con ella podemos hacer largos viajes con total seguridad y un elevado confort de marcha, y llamaremos la atención allá por donde vayamos. Esta moto es única en su especie.