Steve McQueen, esta es tu moto

MOTOR ON

Por diseño, acabados, tecnología y sensaciones, la nueva Triumph Scrambler 1200 es la moto perfecta para la gran evasión de cada día.

21 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Scrambler 1200 es la heredera de una Triumph Bonneville que en los años 60 se convirtió en un icono. Con un manillar ancho, asiento corrido, posición de conducción dominante y ruedas de tacos, era una motocicleta perfecta para derrapar por caminos de tierra y arena. Diversión en lugar de competición. La marca británica ya resucitó aquel espíritu con la Street Scrambler, pero ahora da el golpe definitivo.

Aquí hay poco plástico y mucho metal: guardabarros, protecciones del cárter, los colectores y el doble silencioso, tapón de combustible, la banda que recorre el depósito, asa para el pasajero, placas con el nombre del modelo o anclajes del faro y los espejos.

El arranque es sin llave (el mando puede desactivarse para que sea imposible amplificar la frecuencia). El cuadro de instrumentos digital es una exquisita pieza de diseño, compacta y vanguardista. Muestra abundante información y podemos configurar nuestro nombre para que nos de la bienvenida. Los puños calefactables y la toma USB también forman parte del equipo de serie.

El motor de dos cilindros en paralelo rinde 90 caballos, con un enorme par de 110 newtons por metro. Lo ofrece además a la mitad de su régimen de revoluciones, 3.950 vueltas, por lo que esta moto tiene mucho empuje desde abajo.

El sonido es más bien ronco, pero con el petardeo inconfundible de las Triumph clásicas, y en la base del depósito se perciben algunas vibraciones. Podemos elegir entre seis modos de conducción: carretera, sport, lluvia, dos modos off-road y Rider (personalizable). También podemos desconectar el control de tracción si nos vamos a meter por caminos de tierra, y es que esta moto es tan capaz como una trail. La altura y la rueda delantera de 21 pulgadas la delatan.

Los amortiguadores Ohlins con depósito independiente son extraordinarios, se lo tragan todo y permiten circular rápido por firmes irregulares con total comodidad. La gruesa horquilla delantera es de la marca Showa y en esta versión está sobredimensionada y tiene un recorrido mayor alcanzando los 250 mm., al igual que suspensión trasera. Junto con las llantas de radios excéntricos que permiten usar neumáticos sin cámara, componen una parte ciclo de altura. La guinda la ponen los frenos, con doble disco delantero de 320 mm mordidos por pinzas radiales Brembo M50 de cuatro pistones.

Pilotar esta moto es adictivo, con un golpe del puño nos ponemos al borde de los límites de velocidad legales, se agarra muy bien a la carretera y en las curvas se mueve como si fuera más ligera. Pesa 207 kilos en vacío, que no son muchos teniendo en cuenta que es una 1200 y la cantidad de equipamiento y piezas metálicas que lleva..

La Scrambler 1200 está disponible desde 14.900 euros en su versión XR y dispone de embrague antirrebote y control de velocidad de crucero. Por mil euros más, la XE añade una horquilla delantera y suspensión trasera de mayor recorrido, un basculante de aluminio más largo, estriberas ajustables y cubremanos con refuerzo de aluminio, además de un modo Off-Road Pro y un ABS y control de tracción optimizados para curvas.