¿Que fue del Fórmula Martini Mk34?

MOTOR ON

ALEJANDRO MÍNGUEZ

El coche de José Antonio Gómez «Nonito», cinco veces campeón gallego de montaña, ocupará una sala-museo en Celanova, junto a otros recuerdos de la época en la que pilotaba, antes de que un accidente le obligase a poner punto y aparte a su carrera.

24 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

José Antonio Gómez Nonito hace ya algún tiempo que dejó los circuitos con cinco títulos como campeón gallego de montaña de automovilismo en 2002 y sucesivos, entre otros premios, para hacerse cargo del taller que regentaba su suegro Antonio Yáñez Toniño en la localidad de O Cristal en Celanova (Ourense). Su abandono sólo fue tras sufrir un accidente, ya que estaba subiendo a todos los podios en las carreras en las que participaba. Pero, ¿qué fue de su Fórmula Martini Mk34, el coche que tantos momentos de satisfacción le dio?

Al margen de la labor que desarrolla en la actualidad entre motores, Nonito contará desde este 2019 con un espacio en el que lucir todos sus trofeos y donde estará depositado el Fórmula Martini Mk34 con motor Alfa Romeo de 240 CV con el que conquistó decenas de podios y que ha estado cuidadosamente guardado en los últimos años en un local de su familia. Será un pequeño museo del automovilismo reciente en un bajo de su propiedad en la villa de Celanova. Estarán todos los recambios expuestos a modo de museo, carenados, llantas, la equipación que utilizaba y todos los complementos del coche principal y de otros con los que ganó en múltiples carreteras gallegas.

El coche, fabricado en 1982, ya había sido campeón en diversas pruebas en Asturias y Castilla León cuando en 1998 lo compró José Antonio Gómez para sustituir su pequeño kart por un potente fórmula con el que dar un paso más en su trayectoria deportiva. Recuerda que se subió en más de treinta ocasiones al podio para recoger un premio con un coche que le dio muchas alegrías. Casi no tuvo incidentes con este fórmula, «dos o tres salidas» recuerda, con unos resultados de motor muy satisfactorios. El coche, que funciona perfectamente, estuvo a punto de dejar de ser de su propiedad -«en un momento determinado pensé en venderlo», dice-, pero ahora se encuentra satisfecho de no haberse deshecho de parte de la historia del automovilismo gallego. Nadie ha vuelto a utilizarlo en los últimos años, desde que colgó el casco tras el accidente que le provocó problemas de espalda que aún arrastra.

Además, en la sala-museo que prepara en Celanova estarán un Renault Clio Williams en perfecto uso y un Peugeot 309 GTI, entre otras unidades listas para correr en cualquier competición.

Se trata de un proyecto personal, para tener en un mismo espacio todos los recuerdos de una etapa en perfecto estado, pero no dudará en abrir las puertas del local a todo aficionado al automovilismo que quiera verlo.

A nivel personal también prepara un Citroën AX para matar el gusanillo y salir a correr a la carretera de vez en cuando.