Identidad deportiva

Ignacio Ferreiro González

MOTOR ON

Mantener en todos sus modelos la imagen deportiva que ha venido caracterizando al fabricante alemán desde sus orígenes, e incorporar nuevas tecnologías y sistemas de propulsión, han sido los retos que desde el 2004 afronta Michael Mauer como responsable del departamento de diseño de Porsche.

09 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras haberse dedicado exclusivamente a los automóviles deportivos desde sus inicios, hace ya 70 años, a partir del cambio de siglo Porsche exploraba nuevos horizontes ampliando su gama a otros segmentos con la presentación de modelos como el Cayenne (2002) o el Panamera (2009), aunque sin descuidar sus raíces con otros como el Carrera GT (2003), el Cayman (2006), la séptima generación del 911, el 991 o el 918 Spyder. Presentado como concept car en el Salón del Automóvil de Ginebra del 2010, incorporaba la propulsión híbrida que comenzaba a imponerse entre los fabricantes de mayor prestigio, y de la que posteriormente se ha venido dotando al resto de la gama.

La delicada tarea de mantener su característica imagen deportiva como seña de identidad, aún en modelos de otros segmentos, corresponderá inicialmente a Harm Lagaay, responsable de diseño de Porsche entre 1989 y 2004, que en el Cayenne conseguirá hacerla patente en un SUV, y será continuada por su sucesor en el puesto, Michael Mauer, al que corresponderá diseñar el envoltorio de la primera berlina del fabricante, el Panamera, con un afortunado resultado.

Nacido en 1962 en Rotemburg, en el Estado alemán de Hesse, terminado el bachillerato Mauer trabajaría como monitor de esquí y de surf antes de cursar estudios de diseño del automóvil en la universidad de Pforzheim entre 1982 y 1986, que le permitirán incorporarse al centro de Mercedes-Benz en Sindelfingen, en las proximidades de Stuttgart. Tras participar en el desarrollo de vehículos comerciales como el Vito, será responsable de modelos como el SLK o el nuevo Clase A, hasta ser enviado en 1998 a dirigir el centro de diseño de Tokio, para volver un año más tarde a Alemania e incorporarse a Smart. Tras abandonar Mercedes en el año 2000, trabajará para General Motors, inicialmente en su entonces filial Saab, y finalmente como responsable de diseño de General Motors Europa, hasta su incorporación en 2004 a Porsche. Desde finales de 2015 Mauer es además responsable del departamento de diseño del Grupo Volkswagen.

Además del reto que supuso en su momento continuar la ampliación de la gama, desarrollando para Porsche un modelo completamente nuevo como el Panamera; de actualizar su modelo emblemático, el 911, con el 991 de 2011, galardonado por su diseño con el Red Dot Award; y de encargarse de variantes como el Macan, descendiente del Cayenne, a Mauer le ha correspondido desde su incorporación a Porsche integrar en sus diseños la acelerada transición en los propulsores. Inicialmente a configuraciones híbridas como en el caso del 918 Spyder, y actualmente se prepara ya hacia los totalmente eléctricos, como el futuro Taycan, descendiente del prototipo Mission E del 2015, y su variante Cross Turismo.

Con el 918 Spyder, Porsche trasladaba al terreno de los híbridos enchufables su extraordinaria trayectoria como fabricante de deportivos, y presentaba una fuerte apuesta comercial: un superdeportivo biplaza con chasis monocasco de fibra de carbono reforzada equipado con un motor V8 de 4,6 litros en posición central acompañado de un motor eléctrico en cada uno de los ejes, para alcanzar una potencia conjunta próxima a los 900 CV, que aún se incrementaría en la versión de competición RSR incorporando el sistema KERS y un motor V12, capaz de batir el récord de velocidad que el Carrera GT había establecido en el Circuito de Nürburgring.