Los tres abuelos del Citroën 2 CV

Óscar Ramos Ayerra
Óscar Ayerra REDACCIÓN

MOTOR ON

En 1994 se descubren casi por casualidad tres automóviles en el ático de una granja. Tres prototipos que llevaban más de 55 años bajo unas lonas pasando inadvertidos a todas las miradas en uno de los edificios del centro de pruebas que Citroën tiene cerca de París. Eran los primeros diseños de un proyecto que se iba a convertir en el citroen 2 CV, pero la Segunda guerra Mundial interrumpió
su evolución.

09 abr 2018 . Actualizado a las 14:05 h.

Todavía quedan algunas piezas de 2 CV en él ático» Dijo el encargado de mantenimiento de la granja al  responsable de Citroën que estaba de visita en 1994 en este centro de pruebas. Estaba realizando un inventario de piezas de la marca para la creación del que sería el futuro museo André Citroën cuando se encontró con este tesoro. Subieron al desván y bajo unos toldos aparecieron tres automóviles. Tres pre-series únicas pertenecientes al proyecto TPV que Citroën comenzó en 1936 y que finalmente, con el paréntesis de la guerra, se terminó doce años más tarde en forma del archiconocido dos caballos.

PROYECTO TPV

TPV eran las siglas con las que se denominó este proyecto secreto en el que Citroën estaba inmerso para la construcción de un vehículo completamente innovador. Entre 1936 y 1939 se habían fabricado unos 250 prototipos diferentes en este centro de pruebas en Ferté Vidame, a 150 kilómetros de París. El objetivo consistía en la creación de un utilitario pequeño y económico, algo así como el Volkswagen escarabajo alemán. Bajo la supervisión del máximo responsable de Citroën en aquel momento, Pierre-Jules Boulanger, y dos diseñadores, Flaminio Bertoni y André Legebvre, se inicia el proyecto TPV (siglas francesas de Très Petite Voiture, coche muy pequeño) con unas premisas muy claras y estrictas: el vehículo debe llegar a los 65 km/h, podrá llevar 50 kilos de equipaje mientras cruza un campo arado con una cesta de huevos sin romperse, dispondrá de una sola herramienta que permita realizar cualquier mantenimiento sencillo y además transportará a cuatro pasajeros. La estética siempre estuvo en segundo plano y supeditada a la facilidad de mantenimiento, al peso reducido y a la economía de materiales. Aunque en un principio se utilizaron diferentes materiales como el aluminio, duralinox, magnesio o la mica como elementos livianos, fueron descartados por cuestiones económicas. El acero corrugado, el cristal o las telas, entre otros, fueron los que finalmente se utilizaron. Como ejemplo, su techo de lona que le valió el sobrenombre de «paraguas con ruedas». La intención era presentarlo al público en 1939, hecho que no ocurrió debido al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

LA OCUPACIÓN NAZI

Debido a la presencia alemana en territorio francés, se cree que el propio Boulanger obligó a destruir todos los prototipos para evitar ser copiado por los alemanes. El proyecto se paralizó con la ocupación nazi hasta el año 1942 en que los estudios TPV se reanudaron en el más estricto secreto. En 1948 se presentaba en el salón de París el prototipo final que ya conocemos. Un icono que estuvo en producción más de 40 años, con 5.114.961 unidades salidas de fábrica.

De todos los estudios preseries realizados, hoy solo sobreviven cinco unidades: un chasis que se disfrazó de furgoneta y pasó desapercibida desde 1939, una pre-serie desmontada y guardada en cajas aparecidas en 1970, y las tres unidades descubiertas en 1994 en el desván.

MUSEO CITROËN

En 1998 se liberaron de su escondite para exhibirlos en el salón internacional del vehículo clásico de París, Retromóvile, ya que sería el mejor escaparate para su puesta en valor al cumplirse ese año el 50 aniversario del 2 CV.

Desde entonces duermen junto a otros 300 vehículos en el Conservatoire Andre Citroën de Aulnay-sous-Bois, al norte de París, aunque no se puede llamar museo propiamente dicho, ya que solo permiten visitas diarias de 20 personas y con cita previa. Salen de su descanso en contadas ocasiones, como hace tan solo dos meses en Retromovile, de nuevo en una fecha especial, el 70 aniversario del 2 CV.

Un centro secreto de creación de autos

La granja donde reposaban los tres prototipos TPV es una de las diferentes edificaciones con las que cuenta el centro de pruebas Ferté Vidame, terrenos que adquiere Citroën en 1938. Con sus 800 hectáreas de bosques, pistas , jardines y protegida por un muro de 12 kilómetros de longitud, es la propiedad privada más grande de Francia. A lo largo de sus 80 años de vida ha ido creciendo en zonas de pruebas, edificios, talleres técnicos, hangares, un túnel de viento o incluso, en los últimos años, un centro de estilo. En sus pistas y circuitos, que reproducen todas las condiciones posibles del estado de las carreteras, se han desarrollado muchos modelos míticos además del 2 CV, como la furgoneta Type H, el innovador DS de los años 50 y hasta sus últimos modelos como el C3 o el C5. Muchos modelos icónicos tanto de Citroën como de PSA han dado aquí sus primeros pasos.