Pisando a todo gas

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN

MOTOR ON

Contaminan menos y son más baratos y accesibles que los eléctricos. Cada vez más modelos de todas las gamas ganan presencia en los catálogos de los gigantes del motor, y los gobiernos incentivan su compra. Preparados para el bum de los coches a gas.

12 nov 2017 . Actualizado a las 08:58 h.

Mas de 300 de los 6.000 coches de gas que circulan por España (con un parque automovilístico de 28 millones de unidades) están matriculados en Galicia. No son muchos, realmente. Y la mayoría de las vehículos están en manos de profesionales del taxi o del reparto. Pero la demanda crece y hay motivos para pensar que, en sus diferentes versiones, la combustión a gas es una alternativa con mucho futuro.

Contaminan menos, y son más baratos y accesibles que los vehículos eléctricos; y la gama que ofertan los concesionarios es cada vez mayor, porque los fabricantes se afanan en incorporar cada vez más modelos de combustión alternativa en sus catálogos.

La alternativa más utilizada en el mundo es el GLP (Gas Licuado de Petróleo) o autogás. Con él se mueven 25 millones de coches en todo el planeta, casi la mitad en Europa.

AHORRO Y AUTONOMÍA

Los vehículos con Autogas combinan este combustible con la gasolina convencional, de ahí que se les denomine bifuel. Aunque en modo automático siempre recurre al sistema menos contaminante, el conductor puede cambiar a gasolina en cualquier momento al activar un conmutador de fácil acceso, colocado en el salpicadero, incluso con el coche en marcha.

«La autonomía del vehículo va en función del depósito que tenga instalado. Por ejemplo, un coche de 100 CV y con un depósito de gas de 74 litros puede recorrer entre 500 y 600 kilómetros sólo con autogas. Si a esto le sumamos el depósito de gasolina, se pueden recorrer 1.200 kilómetros sin tener que repostar», explican fuentes de la red comercial Citroën en Galicia.

La planta gallega del grupo PSA produce en Vigo la versión con motorización de gas del modelo de gama económica Citroën C-Elysée, cuya demanda se centraliza en el sector del taxi.

Según Anfac, la patronal española, de los fabricantes de coches, el GLP de automoción consigue que el usuario ahorre hasta un 40 % en combustible respecto a los carburantes clásicos y más contaminantes. Su precio está entre 2.000 y 2.500 euros por encima que los de gasolina y al nivel de los diésel.

Los verdaderos expertos del motor, es decir, los conductores de este tipo de vehículos, aseguran que su verdadero ahorro radica en el repostaje. Recorrer 100 kilómetros con gas natural cuesta 3,2 euros (el kilo sale a 0,9 euros de media). Para hacer lo mismo con diésel habría que invertir 4,4 euros (un 20% más). Con gasolina, el trayecto costaría 5,8 euros (un 50 % más). «Un kilogramo de gas contiene la misma cantidad de energía que 1,5 litros de gasolina y que 1 un litro y un cuarto de diésel», asegura un estudio comparativo de la OCU.

MÁS BONIFICACIÓN

Además de modelos, en el mercado español también existen fabricantes que ofrecen versiones que pueden funcionar con Gas Natural Comprimido o GNC (metano, básicamente). El problema de este tipo de gas es que sus depósitos ocupan más espacio en el vehículo y que los puntos de repostaje son muy limitados, por lo que normalmente su uso es casi exclusivo para flotas que cuentan con sus propios puntos de recarga.

Plan de Apoyo a la Movilidad Alternativa (Movalt), que entrará en vigor este mes, contará con 20 millones de euros para la concesión de ayudas a la adquisición de vehículos propulsados por Autogás (GLP), Gas Natural (GNC, GNL) o bifuel gasolina-gas, además de eléctricos.