Nueve bicis para nueve estilos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado REDACCIÓN / LA VOZ

MOTOR ON

Antes de lanzarse a rastrear el mercado en busca de una bicicleta nueva, conviene detenerse a pensar en el modelo más apropiado para cada uno. Aunque en todas hay que dar pedales para que las dos ruedas avancen, es importante tener claro el uso que se le va a dar.

11 jun 2017 . Actualizado a las 04:55 h.

Un par de ruedas, un cuadro, una cadena, un manillar y dos pedales. Al final, todas las bicicletas quedan reducidas a este puñado de piezas, que solo cobran sentido cuando se ensamblan. Sin embargo cada bici es un mundo. Y cada usuario tiene un amplísimo abanico para escoger el modelo que más le convenga según sus necesidades. Parece evidente que un jubilado que esté pensando en comprarse una bicicleta que le ayude a matar las mañanas dando pedales por el carril bici de A Coruña mientras saluda a sus vecinos no necesita el mismo modelo que Gustavo César Veloso, ciclista profesional que cuenta en sus vitrinas con dos trofeos de la Volta a Portugal. Mientras al primero le bastará un modelo económico que exija un mantenimiento básico, el segundo, para competir en igualdad de condiciones que el resto del pelotón, necesitará montar una máquina último modelo, ligera y que requiera una puesta a punto diaria. Por supuesto, la diferencia tecnológica se refleja en los precios. El jubilado coruñés, una vez que haya comprobado que no tiene una bici vieja en el trastero que pueda rescatar, podrá hacerse con un modelo básico por 150 o 200 euros en cualquier comercio o en las tiendas deportivas de las grandes superficies. Recurriendo al siempre interesante mercado de segunda mano, quizá pueda ahorrarse hasta el 50 % del importe. Por la otra parte, el valor de la bicicleta del campeón de Moaña rondará los 12.000 o los 15.000 euros.

La gran pregunta

La primera gran pregunta que debe hacerse cualquier persona antes de lanzarse a comprar una bicicleta es sencilla: ¿Para qué la quiero? ¿Cómo voy a utilizarla? Es necesario diferenciar si se quiere emplear como un medio de transporte, bien para ir de paseo, como nuestro amigo jubilado, o bien para acudir todas las mañanas al trabajo y evitar los atascos, o si se quiere emplear como una herramienta para hacer deporte. Aunque la paleta de colores es casi infinita, a continuación se ha establecido una categorización entre nueve tipos de bicicletas basada en esta gran división: modelos de paseo y modelos deportivos. Por supuesto, la persona que se decante por una bicicleta pensada para sus desplazamientos diarios u ocasionales estará realizando ejercicio mientras pedalea. Sobra decir que alguien que esté buscando iniciarse en la práctica deportiva del ciclismo también puede emplear su vehículo para disfrutar de un placentero paseo.

Como medio de transporte

RESTAURAR UNA CLÁSICA. Rescatar una vieja bici puede ser una gran opción si se busca algo para desplazarse de forma relajada. Un uso intermitente, relacionado con el ocio. La puesta a punto puede ir desde lo más barato a ponerla en manos de un maestro restaurador y conseguir una joyita. Ojo con las marchas.

CON LA AYUDA DE UN MOTOR. Para que una bicicleta eléctrica sea considerada como tal, su motor deberá pararse cuando se deje de pedalear y su velocidad no puede superar los 25 km/h. Es ideal para moverse de forma rápida y segura por las ciudades, sobre todo en trayectos medios y largos. Además de evitar los atascos, dejarás de llegar sudado al trabajo.

MINIMALISMO Y COMODIDAD. Una bici plegable tiene una gran ventaja: que es plegable. Por lo tanto, se puede poner a salvo de los cacos, ya que al ocupar tan poco resulta más sencillo guardarla. Ideal para trayectos cortos en espacios sin pendientes muy acusadas. También perfecta como complemento al tren.

VAMOS DE PASEO. Las bicis de paseo son las más duras del mercado. Resultan la mejor opción como toma de contacto con las dos ruedas: relativamente baratas (aunque hay de todo) y posturalmente cómodas. Además, en el caso de que las necesidades cambien, siempre se podrá añadir un motor.

PARA «HIPSTERS» Y OTRAS TRIBUS URBANAS

Desde hace unos años se puso de moda en algunas ciudades la utilización de las «fixies» o bicicletas de piñón fijo. Cuentan con la particularidad de que mientras la rueda trasera gire, los pedales girarán, ya que no cuenta con piñón libre y, por lo tanto, con punto muerto. Recomendada solo para modernos.

Para hacer deporte

TIRANDO MILLAS. El ciclismo es un deporte de fondo, y las bicis ideadas para hacer más camino de una sentada son las de carretera. Rueda fina y ligereza para disfrutar con la grupeta. El problema, la peligrosidad de compartir vía con los coches. Las de aluminio son más baratas y pesadas que las de carbono.

PARA TODOS LOS TERRENOS. Debido a la gran peligrosidad que supone convivir en la carretera con otros vehículos más pesados, muchos ciclistas deciden abandonar el asfalto y lanzarse a los caminos. Las BTT o bicis de montaña están pensadas para avanzar casi sobre cualquier superficie. ¿Alguien está pensando en hacer el Camino de Santiago?

A MEDIO CAMINO. Las bicicletas de ciclocrós son una especie de mezcla entre las de carretera y las BTT. Están pensadas para competiciones en circuitos específicos, sobre todo en algunos países del norte de Europa, en donde tienen gran tradición. También sirven para combinar asfalto con caminos embarrados.