Los principales mercados europeos del automóvil crecen y además se recuperan las ventas de coches deportivos y de lujo. En París han lucido especialmente las traseras de los vehículos, como la del Honda Civil Type-R. En todos los tamaños y marcas había coches para soñar.
09 oct 2016 . Actualizado a las 15:51 h.La ostentación ha vuelto a las moquetas de los salones y en París lo pudimos comprobar. Las siluewtas cupé se prodigan y los caballos de potencia afloran de nuevo, aunque sin descuidar la hibridación y electrificación, que ha llegado para quedarse en los coches del día a día en las ciudades.
Si hay una marca que ha sabido acaparar el lujo y refinamiento esa es Mercedes. A París llevó el prototipo del Vision Mercedes-Maybach 6 que anteriormente expuso en Pebble Beach, la muestra californiana de clásicos, y que luce en sus casi seis metros de longitud una estampa apabullante con sus 570 caballos eléctricos que le dan unas prestaciones de auténtico deportivo.
Sin dejar de ser un ejercicio de estilo, Mercedes demuestra su tecnología y capacidades, al tiempo que no quiere olvidarse de esa firma de lujo que es Maybach y que podría tener futuro dentro del grupo alemán.
Aunque si hay que hablar de un coche representativo de los GT, ese puede ser el Porsche Panamera, recientemente renovado y que en París lucía incluso con la versión Panamera 4 E-Hybrid con tracción total, autonomía eléctrica de cincuenta kilómetros, 462 caballos de potencia y un consumo medio de solo 2,5 litros a los cien kilómetros, si somos cuidadosos. Este Panamera es un compendio de virtudes porque aúna lo mejor de dos mundos, el de los deportivos y el de los híbridos.
Pero no solo vimos deportivos de grandes tamaños. Honda, que ya tiene su nuevo NSX como abanderado de la deportividad, también mostró en la capital gala la versión Type-R de su Civic. Como siempre, su trasera merece unos minutos de pausa para contemplarla en todo su esplendor, lo mismo que ocurre con el Ferrari LaFerrari Aperta, la versión descapotable del último deportivo de Maranello, que sirve para conmemorar los setenta años de la marca.
Tal y como explicamos a lo largo de este especial del Salón de París, otra de las tendencias acusadas fue la proliferación de carrocerías crossover y aquí hay que destacar un clásico que por fin cambia de silueta, el Land Rover Discovery, que después de casi treinta años y cinco generaciones abandona su forma típica de dos alturas de techo para alinearse más con el Evoque y Range Rover, aún conservando su capacidad de siete plazas.
El otro crossover destacado fue el BMW X2: si hay una marca que sabe hacer crossover cupés esa es la alemana y aquí lo demuestra con un concept car que bien podría llevarse a la serie en breve para completar la gama o sustituir al más formal X1.
Y no podíamos acabar sin mencionar alguna berlina. En este caso nos sigue atrayendo la apuesta de Alfa con su Giulia de tracción trasera, que en este caso se pasa a la total con su versión Veloce, de 280 caballos gasolina o 210 en diésel.