Guzzi es una marca inspirada en la tradición que desde su incorporación al grupo Piaggio está luchando por ponerse al día
12 jun 2016 . Actualizado a las 05:35 h.En Guzzi la familia de las V9 representa el gusto por las motos custom, con esas horquillas largas, resposapiés adelantados y manillares altos. Para ello el motor en V tradicional ha sido engordado aunque su potencia de 55 caballos no sea lo más importante en una moto hecha para el paseo, para ver y ser visto. Con una caja de cambios más larga y una transmisión por cardán las aceleraciones brutales no son prioridad.
A nivel del chasis es evidente que ha habido un intenso trabajo en la tija de dirección para darle más lanzamiento a la horquilla, como requiere una moto custom, mientras la suspensión delantera se encarga a Kayaba, el especialista japonés y los frenos al italiano Brembo.
Pero cuando decimos que en la familia V9 de Guzzi se puede elegir nos referimos a dos estéticas diferentes. Por una parte la Bobber opta por un neumático delantero de tipo balón, de 130/90 sobre una llanta de 16 pulgadas, muy al estilo del custom americano. Por su parte la Roamer, a la europea, monta unos más convencionales neumáticos de 100/90 sobre llanta 19.
La siguiente diferencia entre las hermanas V9 son los manillares. Más bajo la Bobber que también tiene un asiento llevado a la mínima expresión y más alto y mullido en la Roamer que permite que dos pasajeros vayan más holgados y cómodos.
En suma, que la Bobber es la hermana transgresora de la marca, la de los tatuajes y los pírsines, mientras la Roamer parece que se ha educado en un colegio de monjas.
No sabemos si el mercado que Guzzi puede encontrar entre los clientes custom justifica estas dos variantes, pero en todo caso aportan dos versiones diferentes, que pueden tener aceptación.
Guzzi se reinventa
La marca italiana se asoma ahora a los escaparates de los concesionarios Piaggio que le permiten entrar por los ojos a muchos nuevos moteros. Su gama se aleja de las radicales y deportivas Aprilia, hechas para correr y está formada por dos familias, V7 y V9, de tranquilas motos para rodar sin prisas.
Los amantes de Guzzi son amantes de la tradición, de la elegancia, del confort. Son herederos de una larga historia y no quieren abandonar el motor en V transversal que les da una personalidad única sobre la carretera.