Consejos que debes seguir si una vida saludable quieres vivir 

La Voz OPINIÓN

EXTRAVOZ OK

20 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener una dieta sana y equilibrada

1 Comer pescado al menos dos veces por semana, a poder ser fresco o lo menos procesado posible. Introducir  las verduras y alimentos ricos en fibra de forma habitual en nuestra alimentación. Reemplazar los alimentos de alto contenido calórico (bollos, chocolatinaa?) que comemos de manera habitual por frutas. Evitar comer alimentos procesados con un alto contenido calórico.

Controlar la ingesta de bebidas azucaradas y alcohólicas

2 La mejor forma de hidratarnos es con agua. La gran variedad de bebidas azucaradas o edulcoradas (refrescos, zumos...) y alcohólicas que tomamos en nuestra dieta puede hacer que incrementemos nuestra ingesta calórica entre 500 y 1000 kcal. diarias. Por eso si tienes sed, ¡bebe agua! 

Ser una persona físicamente activa

Para ser considerado una persona físicamente activa, hay que realizar, por lo menos, unos 30 minutos de ejercicio aeróbico diario de intensidad moderada (correr, andar, nadar?) además de dos sesiones a la semana de trabajo de fuerza y flexibilidad.

Modificar malos hábitos 

Usar las escaleras de casa y del trabajo (si no voy con pesos), no usar el coche para distancias menores a 1 km, turnarse para pasear al perro o aprovechar la hora del café para pasear, son acciones diarias que todos podemos hacer y que no suponen grandes esfuerzos, pero que sí nos aportan múltiples beneficios.  

Realizar alguna actividad físico-deportiva.

Actualmente existen una infinidad de modalidades deportivas, vete probando actividades hasta que encuentras  la tuya, esa que hace que las sesiones se pasen volando y que cuando algún día no puedes ir te sientas triste de no poder asistir. Todos tenemos nuestra actividad esperándonos, lo que no tenemos que hacer es dejar de buscar, porque existe. Asegúrate de estar siempre en manos de profesionales cualificado y para eso no te cortes en preguntar a tu futuro entrenador su formación.

Realizar actividades en grupo o familia

Está demostrado que las personas necesitamos relacionarnos entren nosotros, ¡está en nuestro ADN! Por este motivo la realización de actividades lúdicas (deportivas, recreativas, educativas?) favorece en gran medida a trabajar este componente social, tan importante en nuestra salud.

Descansar adecuadamente

Necesitamos como mínimo 8 horas de sueño para hacer que todos nuestros sistemas se recuperen y se activen al 100%. Todo lo que sea inferior a esta cantidad hará que estemos con un déficit de recuperación, que de ser poco puede ser asumido por un adulto sano, pero que en caso de ser continuo puede alternar de manera significativa nuestro organismo haciendo que estemos más vulnerables a cualquier tipo de contratiempo (enfermedad, lesión?).  

Controlar el estrés diario de nuestras vidas 

Nada es más importante que estar vivo, esto tendríamos que recordar cuando el estrés de nuestro día a día nos ataca y altera. Los grandes niveles de estrés que mucha gente soporta a diario se está volviendo una gran epidemia y debemos ser consciente de ello. Un alto grado de estrés puede desencadenar fallos en nuestro organismo que pueden derivar en enfermedades de muy diferentes grados.

Abandonar los malos humos 

Está altamente demostrado que fumar agrava considerablemente la salud, tanto si eres fumador activo como pasivo. Si eres fumador tendrías que pensar seriamente en abandonar el hábito, en primer lugar por ti y, después, por los que te rodean o viceversa. Mientras que si eres un fumador pasivo tendrás que ayudar a que puedan abandonar el tabaco los fumadores que tengas cerca.

Los grandes cambios empiezan con pasos pequeños

10 ¡No se conquistó Roma en un día! Por eso ten en cuenta que a lo hora de intentar cambiar hábitos no podemos hacerlo todo de golpe. Proponte pequeños cambios de forma progresiva e intenta convertirlos no en obligaciones, sino en rutinas diarias de tu día a día, como el comer o respirar, así lograrás un mayor éxito para poder llegar al objetivo final de llevar una vida saludable.