El placer de la comida sin camuflaje

FRAN ESPIÑEIRA

SABE BIEN

Marisquería Cancelo, en la Ronda de Outeiro (A Coruña)
Marisquería Cancelo, en la Ronda de Outeiro (A Coruña) MARCOS MÍGUEZ

Lejos del bullicio del centro y del periscopio de los turistas de un día, A Coruña esconde una pequeña joya gastronómica en la frontera de dos de sus barrios más humildes y populosos. Entre el Ventorrillo y las Conchiñas, a tiro de piedra del estadio de Riazor, la Marisquería O Cancelo cumple 43 años de servicio ininterrumpido a sus clientes.

28 ago 2018 . Actualizado a las 18:12 h.

Juan Manuel Doldán (1971) es el encargado del local que abrió su padre, Manolo, ya jubilado. Pero la esencia es la misma: el secreto está en la materia prima, que se presenta al estilo tradicional y sin trampas ni camuflajes en salsas imposibles o decoraciones prescindibles. La carta como tal no existe más que para el que la demanda. Pedir se convierte en un intercambio de pareceres entre el cocinero y los clientes. Sus productos, siempre frescos, llegan directos de la lonja, donde todos los días acude Juan a las cinco de la mañana. Por eso, sus centollas no paran de recibir elogios y se han convertido en una de las cartas de presentación de su local, especialmente para aquellos foráneos más osados que se atreven a abandonar el centro de la ciudad. Lo mismo podría decirse de sus camarones y percebes. Para los amantes de la cocina más elaborada, es muy recomendable el arroz con bogavante o cualquiera de los pescados del día, elaborados al gusto del cliente, tanto a la plancha como en caldeirada. Los postres, todos ellos caseros, son otra parada inexcusable. Aunque haría falta otro estómago para poder degustarlo todo.