El secreto de la bloguera más dulce

SABE BIEN

cedida

Precisión y paciencia son dos ingredientes básicos en la repostería creativa, advierte Mirta. Ella empezó en esto con gusto, cuando descubrió el mundo de las galletas decoradas. Hoy te enseña a hacer cheesecake de Oreo, «carrot cake», rollos estilo «baklava» o mermeladas fitness con Dulce Sentimiento.

03 jul 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Se llama Mirta, es repostera creativa y ha descubierto cómo hacer la mejor cheesecake de Oreo del mundo. El suyo es un Dulce Sentimiento. ¿Mayúsculo? Sí, que este es el nombre de su blog para dulceros sin remedio. ¿Cheesecake, helado casero de fresa, batido de piña o carrot cake (vamos, tarta de zanahoria)?, ¿o prefieren empezar con un bizcocho de yogur y nueces? Advierto que aquí se ha probado esta última receta? ¡con éxito! Ni siquiera han quedado migas que atestigüen la existencia del pastel. La vida de un dulce es efímera pero inolvidable, ¿no creen? Hay mucho corazón en la cocina de Mirta. No lo digo solo por esos corazoncitos que suelen hacen las veces de un punto especial en sus recetas. Y ella, no vayan a creer, no es alguien «con una bonita historia que contar» sobre una herencia emocional que transmiten los sabores de casa. La suya no es una afición cocinada al fuego lento de generaciones ni al calor de los caldos de mamá. «Ni mi madre ni mi padre son muy de cocinar», cuenta. El gusto por la repostería empezó cuando esta profesora descubrió un universo alternativo en expansión: «El mundo de las galletas decoradas. Probé en un taller con una amiga ¡y vi que empezaban a salirme bien las cosas!», dice Mirta. ¿El secreto? «? A veces mi cuñada me dice que no le salen mis recetas, y yo le pregunto: ¿Pero tienes pesa, Alejandra. La has comprado ya? [risas]». Así que la pesa es, según la bloguera, una razón de peso para bienpostrear. «La repostería requiere precisión ?subraya Mirta-. Es seguir al pie de la letra medidas, pasos, esperas y no esperas. Se necesitan precisión y paciencia. No es como la cocina, que funciona más a ojo. La repostería es precisa. Y aún así pueden salir mal las cosas. Porque luego está el horno?». Otro cantar. Ahí quién sabe a qué atenerse cuando más de un bizcocho pierde el fuelle al sacarlo a los 20 minutos que dictamina la receta. «A mí misma el horno me hace a veces sabotaje», admite Mirta, que sobre todo en su cocina necesita querer. Querer hacer las cosas al ponerse a hacerlas, «que si no no salen bien».

La espera tiene sus frutos. Sus deliciosos coulants. Su bizcocho de Nutella. Su tiramisú. Su helado de chicle, de sandía o de moras. Sus tartas de queso y Oreo al punto. La de la bloguera del Dulce Sentimiento lleva 160 gramos de galletas Oreo, 50 gramos de mantequilla sin sal y una cucharadita de vainilla para la base. Y para la crema de queso que va sobre esta, 600 ml de nata 35 % materia grasa, 250 gramos de queso tipo Philadelphia, otros 250 de chocolate blanco, 150 gramos de azúcar blanco, 100 mililitros de leche, 1 sobre de cuajada, 80 gramos de galletas Oreo y una cucharaditas de vainilla. Ojo al confesionario del blog: «Por finnnnn!!, por fin lo conseguí! Después de cuatro tartas, tres recetas diferentes y muchos paquetes de Oreo, he conseguido llegar a la mejor cheesecake de Oreo del mundo. Y no ha sido nada fácil», revela la repostera. ¿No aguza la dificultad el talento, y el esfuerzo el sabor del éxito? Ánimo y a probar, probar, probar.

La cocina está, para Mirta, vinculada a la vida, a momentos especiales, fines de semana, reuniones familiares o momentos entre amigos. «También me gusta llevar mis postres al trabajo», dice, y es como si el teclado se llenase de emes. ¿Y cómo es esa obsesión que tienes de coleccionar vajillas?, le pregunto. «Jajaja. Me gusta coleccionar cosas en mi vida. Quiero decir que cuando me da con algo me da muy fuerte. Cuando me pongo, ¡lo hago hasta el final! Y siempre me ha gustado rodearme de cosas bonitas», confiesa. Con las vajillas le dio en serio. «De adolescente llegué a pedirle a mi novio que me comprase una vajilla rosa de la que me había enamorado», revela Mirta.

¿Quién dice que no es amor del bueno?

Ingredientes:

 160 g de aceite de girasol suave

4 huevos L

200 g de azúcar

2 yogures naturales sin azúcar (250 g)

100 g de nueces trituradas

250 g de harina

1 cucharadita de levadura química

Mezcla el azúcar con las yemas (reserva las claras) y bate enérgicamente

Añade el aceite y cuando esté integrado añade los dos yogures

Incorpora la harina y la levadura (tamizadas) en varias tandas

Tritura las nueces y agrégalas a la mezcla

Monta las claras que has reservado a punto de nieve y añade con movimientos suaves y envolventes

Vierte la masa en un molde bien engrasado

Hornea a 180 º unos 50 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo, saca el bizcocho del horno esperando 10 minutos antes de desmoldarlo y luego déjalo en una rejilla hasta que enfríe por completo