La guionista gallega de «Cuéntame»

EXTRA VOZ

XOÁN A. SOLER

Laura Pousa disecciona la serie de referencia de la televisión en España en el libro «La memoria televisada: Cuéntame cómo pasó», un ensayo que destaca la importancia sin precedentes de la ficción, que este jueves regresa a TVE

03 ene 2016 . Actualizado a las 10:52 h.

El día en que Cuéntame cómo pasó termine, la serie que relata la historia reciente de España pasará a ser ella misma un hito de nuestro tiempo. Entretanto, la longeva serie de TVE seguirá escribiendo capítulos dignos de un profundo análisis como el que acaba de publicar la monfortina Laura Pousa, La memoria televisada. Cuéntame cómo pasó (editorial Comunicación Social). Esta profesora universitaria y guionista, que formó parte durante nueve temporadas del equipo de libretistas de esta ficción, ha escrito un ensayo «tanto para gente a la que le interesa la serie como para aquellos que, no siendo fans, sí les interesa el guion, la construcción narrativa y la historia de España y sus vínculos cinematográficos y televisivos».

-¿Le resultó fácil analizar a la serie desde fuera una vez que ha formado parte de ella?

-Este libro fue un trabajo complicado. Cuando María Luisa Ortega, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, me propuso hacer una investigación sobre Cuéntame, yo todavía trabajaba en la serie y veía imposible abordar una investigación objetiva desde una perspectiva analítica y crítica. Pero me parecía una serie muy importante y me atraía, así que me puse a ello. Puedo decir que fue incluso un proceso terapéutico el de romper la vinculación profesional y emocional que tienes y ponerte en la posición de analista. Unir mis dos facetas de guionista e investigadora fue muy gratificante.

-Series españolas ha habido muchas, pero «Cuéntame» es un referente. ¿Cuáles son sus valores?

-Uno de los principales es que se acerca a la revisión del pasado desde la televisión. Conseguir crear una serie de prime time para todos los públicos que sitúe a los protagonistas al final de la dictadura y que se empiece a hablar del régimen, de Franco y de todo de lo que ocurría me parece importantísimo. Es una revisión amable desde una perspectiva nostálgica y tiene valor porque hay que hablar de esas cosas. La conclusión es que construye una nueva memoria audiovisual.

-¿Puede llegar a constituirse como documento histórico en sí mismo?

-No hay que olvidar que Cuéntame es ficción y sería un peligro tratarlo como un documento histórico. Aunque la serie trabaja con documentos históricos reales, los ficciona y los utiliza, tiene una parte de inventiva y de manipulación. A veces parece que se haya instaurado como una nueva memoria audiovisual, pero hay que ser conscientes de que es una serie.

-¿Gana o pierde peso a medida que se aproxima al pasado reciente?

-Con la muerte de Franco Cuéntame pierde un gran antagonista y una referencia importante, un marco contextual. Al perder esa referencia, la serie tiene que volver a construirse para hablar de otro proceso, que es la Transición. Igual que al llegar los ochenta se convierte en otra serie, porque las referencias son otras. Por ejemplo, el Nodo desaparece y esa era una referencia muy importante para reconstruir la memoria audiovisual de una época. No creo que sea ni mejor ni peor una época u otra, sino que tiene que amoldarse.

-Siempre hay un Alcántara en el meollo de cualquier acontecimiento histórico. ¿Cómo se ha logrado incorporar ese recurso sin forzarlo en exceso?

-El público a estas alturas acepta todo lo que le pase a la familia Alcántara, porque el trabajo de fidelización en las primeras temporadas fue tan fuerte que, una vez pasadas la cuarta o quinta temporadas, la serie se convierte en un acompañamiento para el espectador, que lo que quiere es ver lo que les pasa a los Alcántara. Al ser una ficción de largo recorrido, es cierto que ellos están siempre en todas partes, pero es tanto su camino dramático que la gente agradece que estén allí solo por recordar los hechos históricos. Pero efectivamente, les pasan demasiadas cosas.

-¿Qué va a ocurrir cuando «Cuéntame» llegue al presente?

-Creo que tendría que saber acabar. Es cierto que en los últimos años, aunque ha intentado adaptarse, tal vez ha fallado en algunas cosas y se está viendo en la audiencia. Sería bueno que por lo importante que es y por lo que significa para la historia de la televisión en España no fuese apagándose poco a poco.

-Llegados hasta aquí, ¿cuál podría ser un final redondo?

-Igual el equipo de guion que está ahora lo sabe. Yo no lo sé. Ya cuesta a veces cerrar un capítulo, más aún una serie con tantas horas de emisión. Si eso ocurre va a ser un momento histórico, porque nunca se ha concluido una ficción de estas dimensiones.

-Ya fue histórica la infidelidad y posterior reconciliación del matrimonio Alcántara.

-Sí, en algún lugar leí el titular de «traición nacional». Es increíble cómo repercute todo lo que hacen los Alcántara. Existe una vinculación con los personajes que pocas series han conseguido.

-¿Cuáles han sido los grandes momentos de la serie?

-Ha tenido grandes temporadas. Creo que las primeras forman un núcleo muy importante, porque es donde se asientan los personajes y la identidad de la serie, guiadas por un director que supo representar la época de forma muy fiel a través de un lenguaje cinematográfico trasladado a televisión.  Hay momentos muy destacados, desde cuando los Alcántara ven por primera vez el mar, que es una metáfora de muchas cosas, hasta las vivencias de los niños, que reflejan otra infancia y otra forma de relacionarse con el barrio. La serie acierta mucho en la construcción de personajes y las relaciones entre ellos. La muerte de Franco es fundamental y prepara a la serie para una nueva época, con momentos tan significativos como cuando Antonio Alcántara casi se compara con Suárez.

-Algunos políticos han insinuado que, en alguna época, se dio orden de que la serie nunca llegara al año 82 y no recogiera la victoria socialista.

-Yo en ese momento no estaba en la serie, pero durante las nueve temporadas que trabajé en ella nunca supe de ningún caso de este tipo ni recibí ninguna consigna a la hora de escribir. Como guionista sabes que estás en una serie de prime time para todos los públicos y entiendes que hay cosas que no tienen espacio, pero no porque nadie haya censurado ni obviado nunca un hito histórico importante.