Dos años de luto en monte Pindo

EXTRA VOZ

MARCOS CREO

Las llamas comenzaron el 11-S del 2013 y dos días después seguían calcinando hasta el último centímetro de suelo fértil del paraje. Hoy, la vegetación, principalmente eucalipto, reconquista el macizo

13 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El gran frente que pintó de negro el monte Pindo sigue tatuado a fuego en el imaginario colectivo de los vecinos de Carnota. Tal día como hoy, pero del 2013, las llamas seguían avanzando, 48 horas después de iniciarse, a la vez que convertían el paraje en dantesco (3.323 hectáreas devastadas). Dicen muchos de los testigos directos que se echaron al monte para plantar cara al fuego, con poco más que ramas, mangueras domésticas o cubos, que aquel día vivieron su particular 11-S, en alusión a aquella jornada en la que, de noche y buscando la complicidad de la luna, alguien provocó el siniestro con pleno conocimiento de causa y del medio. Hoy, sin embargo, nada se sabe de la investigación policial abierta en aquellos días. 

El balance actual de las consecuencias medioambientales también es agridulce. La botella solo puede verse medio llena al analizar la fuerza bruta de la naturaleza. El verde regresó a monte Pindo, cierto, pero más cierto es que lo hizo de una forma desordenada, motivo que invita a observar el frasco medio vacío. El eucalipto se ha hecho fuerte y crece en mayor cantidad que antes del gran frente. El siniestro también ha servido de caldo de cultivo para la batalla vecinal, alimentada de forma incansable por un colectivo que reclama, desde antes de la catástrofe, la declaración del Olimpo Celta ?Otero Pedrayo y otros coetáneos suyos lo renombraron así? como parte natural.

Los reproches entre este agente social, muy vinculado a la izquierda nacionalista, y la Xunta han sido, y son, constantes en el Parlamento de Galicia. Pero al margen de las luchas de moqueta, lo cierto es que las actuaciones planteadas sobre el terreno por la Administración autonómica han sido insuficientes, tal y como se constata con el crecimiento incontrolado de vegetación y la proliferación de especies invasoras, además del mal estado que presentan los caminos que existen en este macizo. 

ACTUACIONES PRETÉRITAS Y FUTURAS

En la Consellería de Medio Rural defienden su actuación al recordar que «aplicouse mulching de palla nun total de 29,73 hectáreas, traballouse en 2.465 metros lineais de faxinadas de palla e manta de coco, fíxose limpeza de cunetas en 10.120 metros lineais e aplicáronse 17 unidades de limpeza de caños e 54 unidades de limpeza de embocaduras». Además, se anuncian nuevas actuaciones «nun breve prazo de tempo» que implicarán una inversión de 120.000 euros y se harán en colaboración con varios colectivos de comuneros.

Los argumentos del Gobierno gallego para hacer frente a las críticas que llegan desde Carnota resultan insuficientes para el alcalde, Ramón Noceda, que milita en el BNG. El regidor acusa a los representantes electos de San Caetano de dejar aparcado monte Pindo, de realizar una inversión ínfima para paliar los daños causados por el gran frente y de no preocuparse por cuidar la evolución que ha seguido la naturaleza, que, bajo su punto de vista, resulta caótica. 

A pesar de las acusaciones cruzadas por la gestión posterior a aquel 11-S del 2013, el monte Pindo no ha perdido su poder de seducción original. Basta decir que este año, y según datos oficiales facilitados por la Policía Local, ha recuperado el nivel de visitas que registraba este macizo granítico antes del gran incendio, y eso que la señalización brilla por su ausencia ?salvo la colocada por los organizadores de varias pruebas deportivas?, lo que provoca que algunos turistas se pierdan en su compleja red de pistas y caminos.