El pasado 13 de febrero Galicia registró una alteración en el mar provocada por una sucesión de tres terremotos en el atlántico norte. aunque este minitsunami apenas levantó unos 20 centímetros el nivel del mar, los expertos alertan de que es un fenómeno poco frecuente pero científicamente posible en las costas gallegas
08 mar 2015 . Actualizado a las 09:55 h.¿Un tsunami en Galicia? Suena a ciencia ficción. ¿Cómo puede haber ocurrido un tsunami en la costa gallega y no enterarnos? Porque aunque se asocie este fenómeno con espectaculares imágenes devastadoras como las ocurridas en el Índico en el 2004, en realidad un tsunami es un grupo de olas producidas por una perturbación que no sea el viento, puede ser un terremoto, un volcán, un impacto.... El pasado 13 de febrero, según reveló el geógrafo y climatólogo experto en riesgos naturales Jonathan Gómez Cantero, el litoral gallego registró un minitsunami provocado por una sucesión de tres terremotos ocurridos en el Atlántico norte. Las consecuencias del fenómeno apenas se notaron, pues el nivel del mar solo se habría elevado unos veinte centímetros. Sin embargo, lo ocurrido el 13 de febrero hace que muchos se pregunten: ¿existe un riesgo real de tsunami en Galicia?.
No es frecuente, pero sí posible, es la respuesta que da Gómez Cantero, miembro del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU y autor de decenas de artículos sobre meteorología extrema, riesgos y vulnerabilidad humana. Lo mismo opinaba Juan Taboada, de MeteoGalicia, en el programa de Vía V Historias del tiempo: «Non é absolutamente imposible».
TRES SEÍSMOS SEGUIDOS
Si el tsunami que hubo el pasado 13 de febrero fue apenas perceptible fue porque en vez de uno, hubo tres terremotos. «Si la energía no se hubiese liberado en tres fases, las consecuencias hubieran sido mucho mayores», explica Gómez Cantero. Los seísmos fueron de magnitud 7.1, 5.1 y 4.9. Ocurrieron en menos de dos minutos. A estos siguieron cuatro réplicas de entre 5.2 y 4.6, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos. Pero si en vez de ocurrir de esta forma, hubiera sido solo un terremoto, señala, «podríamos estar hablando de un evento de más de 8 puntos con un tsunami destructivo».
El fuerte terremoto se produjo, explica el geógrafo, a cientos de kilómetros de las costas más cercanas: «El Centro de Avisos de Tsunamis del mar Caribe envió una nota urgente hablando de la posibilidad de un pequeño tsunami local». Horas después, algunos de los mareógrafos de Puertos del Estado comenzaron a registrar anomalías, sobre todo en Galicia. «Eso sí, anomalías débiles pero que claramente advertían de que se trataba de un pequeño tsunami provocado por el gran terremoto», dice el experto.
La alteración en el mar se debió notar en las costas gallegas en torno a las doce de la noche: «Es como una subida repentina de marea». El geógrafo cree que «se habrá notado especialmente en las playas con poca pendiente».
El gran peligro que conllevan las olas que genera un tsunami, y que las hace mucho más peligrosas que aquellas que origina el viento, es que van cargadas de energía. «Se un está en alta mar non o nota, o problema das ondas é que cando chegan ao porto, a enerxía cinética que levan, que é moitísima, se converte en enerxía potencial», afirma Juan Taboada. Esa energía, matiza Gómez Cantero, es lo que hace que provoquen más destrozos que olas a lo mejor de más altura originadas por el mar de fondo.
El geógrafo indica que la zona en la que se produjeron los tres terremotos en el Atlántico norte es una zona de alta actividad sísmica, «lo raro, en esta ocasión, fue que los seísmos alcanzaron gran magnitud». «No se debe olvidar que España tiene muchos kilómetros de costa, y el riesgo de tsunami es un riesgo científicamente real», explica.
Un maremoto arrasó Lisboa en 1755
Según el Instituto Geográfico Nacional, en España se han registrado 24 maremotos desde el año 218 antes de Cristo. El más importante hasta el momento ha sido el tsunami que ocurrió el 1 de noviembre de 1755, y que dejó miles de muertos. Un gran terremoto frente a las costas de Lisboa destrozó la ciudad y originó un maremoto que afectó gravemente a la costa de Huelva, Cádiz, Marruecos e incluso llegó al mar Caribe. Las olas alcanzaron los cinco metros en la capital portuguesa y los incendios se llevaron por delante gran parte del casco viejo de Lisboa. Se calcula que murieron unas 15.000 personas.
La fuerza del maremoto llegó hasta la costas de Cádiz y Huelva. Las olas alcanzaron en esta zona los 15 metros de altura y penetraron tierra adentro con gran fuerza debido a que se trataba de un litoral llano. Se cree que murieron unas 2.000 personas.
SE SINTIÓ EN a coruña
El terremoto de 1755 se notó en realidad en toda la península ibérica, también en A Coruña. En el Catálogo de tsunamis en las costas españolas, del Instituto Geográfico Nacional (IGN), la costa coruñesa vivió entonces un fenómeno de reflujo (descenso) y flujo (ascenso) de la marea. Lo curioso es que la costa coruñesa habría notado esta alteración en el mar quince días después del terremoto de Lisboa, no inmediatamente.
Aunque por aquel momento no existían los sismógrafos, las conclusiones científicas estiman que el terremoto que provocó el tsunami de 1755 tuvo una magnitud de entre 7,3 a 8,5 grados, siendo el más virulento de la historia de España.
Más reciente fue el seísmo ocurrido el 21 de mayo del 2003 en la costa de Argelia, que provocó un tsunami de tipo medio que afectó a las islas Baleares. Las golpeó directamente durante cincuenta minutos después del seísmo, el tiempo que tardaron las olas en llegar. El seísmo fue de 6.8 de magnitud.
La ausencia de un protocolo de alerta de tsunami en España ha sido una antigua demanda de geógrafos y sismólogos. De la alteración en el mar ocurrida el pasado mes de febrero en Galicia no tuvo conocimiento el IGN, según explica Gómez Cantero, «por un erro informático».
Además, la población «no conoce ni las recomendaciones ni las medidas que hay que tomar», señala el experto en riesgos naturales.