La socialista Marisol Soneira, quien de forma casi permanente se mueve en el exterior -ayer acababa de regresar de Suiza-, aseguró que desconocía la denuncia, pero desmintió categóricamente esas prácticas por parte de agentes socialistas en Buenos Aires. «De ser cierta esa denuncia, nadie del PSOE, ninguno de nuestros militantes, la llevaría a cabo», apuntaba la socialista, a la vez que criticaba que el PP «trate siempre de poner en duda el voto de los emigrantes».