A Ibarretxe solo le preocupan «los problemas de comer»

ELECCIONES GALLEGAS 2009

El lendakari se centra en la crisis, y el PP, en la nota episcopal sobre los radicales

20 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Va a resultar que todos entendimos mal y que el famoso plan Ibarretxe no consistía en un atajo hacia la autodeterminación sino en una vía peculiar para resolver la crisis económica. La prioridad política es «resolver los problemas de comer» y «para luchar contra la crisis decidir aquí es fundamental», precisó ayer el candidato del PNV. Y con la mesura propia de su campaña electoral, agregó: «Nosotros no queremos el derecho a decidir de la sociedad vasca para reñir con Madrid, lo queremos para vivir mejor y para afrontar la crisis».

Esta súbita transformación hacia el acomodo en la España autonómica ha debido de molestar a los radicales proetarras, que ayer intentaron boicotear el mitin de Ibarretxe en Bilbao con gritos de «PNV español» y «Democracia para Euskal Herria». El candidato del PNV no se dejó intimidar y continuó con su discurso mientras los alborotadores eran desalojados y posteriormente identificados por la Ertzaintza.

Ibarretxe apeló a la calma ante unos agitadores que, dijo, «no representan a nadie en este país». Pero no tardó en cambiar de opinión, porque en declaraciones a TVE afirmó que «la izquierda aberzale sigue siendo un movimiento político con el que hay que hablar para tratar de arreglar las cosas». Y fue más allá al denunciar que «el que Batasuna esté o no esté en las instituciones es una decisión hecha con cálculo político», y si en esta ocasión no están es porque «el PP y el PSOE saben que de otra manera nunca sacarían la mayoría absoluta».

Una opinión similar mantiene el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, quien anteayer hizo público un comunicado en el que considera «un mal para la comunidad política» que los tribunales hayan dejado «sin representación a una parte minoritaria pero significativa de nuestro pueblo». La nota episcopal sentó especialmente mal al candidato del PP, Antonio Basagoiti, quien calificó de «lastre» al obispo donostiarra, porque «da argumentos a los que asesinan y a los que justifican la violencia».

Líderes en investigación

Ajeno a las polémicas, el candidato del PSOE, Patxi López, vivió ayer una jornada tranquila en Éibar, uno de los principales feudos socialistas en Guipúzcoa y lugar de asentamiento de una nutrida comunidad de emigrantes gallegos y andaluces. Allí, en el centro tecnológico Tekniker, y acompañado por su paisana en el Gobierno, la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, el candidato pudo elevarse por encima de las menudencias del día a día para prometer nada menos que una inversión del 2% del PIB en I+D+i, ocho décimas más que la media española y dos por encima de la comunitaria. Todo un maná especialmente bienvenido en un lugar como Éibar, una ciudad industrial venida a menos en los últimos años.

Pero puestos a pedir, el candidato de Ezker Batua, Javier Madrazo, fue aún más lejos al instar al presidente del Gobierno a elevar a 1.100 euros el salario mínimo, que ahora está en 624 euros, es decir, un incremento del 76%, y a que equipare todas las pensiones como mínimo a esa cantidad.

En esta línea de propuestas económicas, Eusko Alkartasuna propuso incentivos fiscales para que las empresas deriven una parte de sus dividendos a la creación de un fondo de reserva para el mantenimiento del empleo en épocas de crisis.