José Manuel Calderón se perderá el segundo acto contra la crema de la NBA a causa de una rotura fibrilar
24 ago 2008 . Actualizado a las 02:47 h.El momento esperado durante veinticuatro años ha llegado. España reedita una final olímpica de baloncesto contra Estados Unidos, el mismo adversario que en Los Ángeles, con la sensación de que el oro está al alcance. Pese a que el combinado de Aíto García Reneses no ha ofrecido en Pekín la misma contundencia de la fase de preparación, hoy puede escribir otra página brillante en su historial si derriba a los norteamericanos. La escuadra liderada por Kobe Bryant no ha perdido ningún partido desde que echó a rodar, apabulló a la selección de Gasol en la primera fase y LeBron James ya se ha apurado a afirmar que «es imposible» que su equipo pierda. La solución se servirá a partir de las 8.30 horas (en directo por TVE 1 y Eurosport).
El primer ingrediente que los españoles deberán diluir en la pócima de la victoria será el de la defensa. Además, la fortaleza mental se antoja fundamental. Pese a que el rival trate de resolver por la vía rápida, una bajada de brazos como la de la primera fase supondría una estocada definitiva para la selección. Pero Aíto, curtido en mil batallas, lanza un aviso a los de Krzyzewski: «Es muy difícil, pero siempre hay posibilidades de éxito. No sé si del uno por ciento o cuál, pero hay opciones que tenemos que aprovechar. Lo que hizo Argentina sirve para nosotros por la fuerza que dieron los jugadores no habituales, aunque uno de los de siempre, Luis Scola, estuvo fantástico. Vamos a ver si damos la talla. Es difícil después de la derrota que tuvimos con ellos, pero en aquel encuentro estuvimos muy por debajo de nuestras posibilidades y Estados Unidos, al cien por cien».
Reducir el número de pérdidas de balón, para disminuir el daño que los estadounidenses pueden hacer con canastas fáciles en los contraataques, se dibuja como una clave para que España se pueda subir al peldaño más alto del podio.
Contratiempo
José Manuel Calderón, que no pudo actuar en las semifinales contra Lituania, será el gran ausente del combinado nacional en la cita con la historia. Ayer se confirmaron los peores augurios y el extremeño se cae del encuentro decisivo a causa de una rotura fibrilar en el aductor largo de la pierna derecha y del gracilis. Mike Krzyzewski, por su parte, podrá contar con todo el arsenal que los estadounidenses han desembarcado en Pekín.
Aíto García Reneses, además, explica que «Estados Unidos juega a un ritmo muy alto y tiene una potencia tremenda. Eso hace difícil jugar contra ellos porque dificulta el ataque. Frenarles la velocidad y el rebote de ataque es difícil. Espero que los árbitros piten los pasos con los que cobran ventaja y las faltas».