Urkullu se desmarca de la consulta de Ibarretxe para pactar con el PSOE

ELECCIONES GENERALES 2008

El PNV vincula el posible acuerdo al impulso al autogobierno y admite que el plan del lendakari se puede reconsiderar

19 mar 2008 . Actualizado a las 00:47 h.

El PNV dio ayer el primer paso político tras las pasadas elecciones generales, en las que ha perdido más de 117.000 votos, ha descendido de siete a seis diputados y ha pasado a ser la segunda fuerza en el País Vasco por detrás del PSOE. El presidente de los nacionalistas vascos, Íñigo Urkullu, se desmarcó de la consulta popular planteada por el lendakari Ibarretxe para el 25 de octubre y aclaró que se trata de una «propuesta institucional» y no del PNV. Por ello, consideró posible un pacto de gobernabilidad con el PSOE en Madrid, en el que la condición no sería ya la aceptación de ese referendo, sino que se atiendan «cuestiones clave» para el autogobierno, como el blindaje del concierto económico vasco.

Precedente de Imaz

En una entrevista en la televisión pública vasca ETB, Urkullu insistió en que la posición del PNV y la propuesta de Ibarretxe están en «dos planos diferentes». Y aunque puso especial cuidado en no desautorizar al lendakari, adelantó que si Zapatero demuestra «verdadera voluntad política» para un acuerdo, los plazos previstos para ese referendo «pueden tenerse en consideración». Para evitar una imagen de enfrentamiento a Ibarretxe como la que provocó la caída del anterior presidente del PNV, Josu Jon Imaz, Urkullu aclaró que el lendakari y él abordan «de la mano» la «oportunidad de buscar un acuerdo político». Y aunque no hizo bandera del referendo insistió en que se podría hacer dentro de la Constitución y en que, en todo caso, la Carta Magna «no es inmutable».

Las palabras de Urkullu fueron acogidas con aparente cautela por el PSOE. Pero ese es precisamente el paso que esperaban los socialistas para iniciar un acercamiento al PNV que les sería muy rentable en el Congreso. Al PSOE (169 escaños) le bastarían los seis diputados del PNV y los dos del BNG para conformar una mayoría alternativa a la que a alcanzaría con CiU (10). Eso le permitiría ir alternando los apoyos sin depender siempre de los catalanes, librándose así de tener que acceder a todas las exigencias del grupo liderado por Duran i Lleida. El hasta ahora portavoz del PSOE, Diego López Garrido, afirmó ayer tras escuchar a Urkullu que el PNV «ha cambiado la música» tras su mal resultado electoral y tiene ahora un nuevo discurso, aunque no entró a valorar los posibles pactos, que le corresponde negociar a José Blanco. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, apuntó en el mismo sentido. Sin apostar claramente por el acuerdo, se mostró partidario de lograr «pactos estables» y añadió que el PNV «está ahí y con el hay que estar hablando».