García Escudero y González Pons, por Acebes y Zaplana

ELECCIONES GENERALES 2008

Rajoy se cubrió ante una posible derrota impidiendo que ningún aspirante a sucederle estuviera en el Congreso

12 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Mariano Rajoy dio ayer un golpe sobre la mesa y cortó de raíz cualquier movimiento para intentar una rebelión interna. Quienes cuestionaban su decisión de impedir que Alberto Ruiz Gallardón estuviera en el Congreso aplauden ahora esa medida. Rajoy se cubrió ante una posible derrota impidiendo que ningún aspirante a sucederle estuviera en el Parlamento, con lo que ha obligado a todos los pesos pesados a cerrar filas en torno a él ante la perspectiva de que fuera nombrado un nuevo valor entre lo poco que hay en el Congreso. Los movimientos de Esperanza Aguirre, la única que ha esbozado un paso al frente, han acabado por convencer a los demás de la necesidad de que Rajoy continúe.

Ayer, el primer respaldo que recibió Rajoy, que ya marcó la reunión, fue el de Manuel Fraga, con el que nunca ha tenido un relación fluida. «Es lo mejor para el partido», le dijo el fundador cuando Rajoy planteó su continuidad. Fraga le agradeció incluso el gesto porque, según dijo, es consciente de que al líder del PP «el cuerpo le pide otra cosa». Uno tras otro, los que tomaron la palabra, entre ellos algunos de los considerados delfines, como el valenciano Francisco Camps, el propio Gallardón, Aguirre y todos los demás, ratificaron en público su apoyo a la decisión de Rajoy. Pero en el PP no han pasado desapercibidos dos gestos de Esperanza Aguirre. El primero, que no saliera al balcón de Génova pese a encontrarse a escasos metros observando en la ventana. El segundo, las declaraciones de sus colaboradores haciendo hincapié en el gran triunfo del PP en Madrid. Rajoy no parecía contento con ella.

Destacó también que Zaplana no interviniera ayer. Rajoy fue magnánimo con Ruiz Gallardón, del que dijo en público que es un gran activo para el PP y que siempre estuvo seguro de que continuaría en política. Aunque Rajoy no dijo nada, se da por hecho que Zaplana no seguirá como portavoz en el Congreso y que tampoco lo hará Acebes como secretario general. El portavoz en el Parlamento podría ser Esteban González Pons, un hombre bien valorado por Rajoy y mano derecha de Camps, que lo colocó en las listas al Congreso en previsión de futuros movimientos. En el mitin del PP en Valencia pudo verse la gran complicidad entre González Pons y Rajoy.

Como sustituto de Acebes en la secretaría general se baraja el nombre de Pío García Escudero, hasta ahora portavoz del PP en el Senado. Rajoy ha quedado satisfecho de la campaña tranquila que le ha organizado este hombre, discreto hasta el punto de que pocos saben que es conde, de Badarán por más señas. Hace ya tiempo que Rajoy le prometió en público que guardaba para él un puesto de responsabilidad.