El PSOE gobernará con mayoría simple y mantiene 16 escaños de margen con el PP

ELECCIONES GENERALES 2008

10 mar 2008 . Actualizado a las 15:03 h.

Las urnas hablaron ayer con el lenguaje inequívoco de la democracia y refrendaron con mayoría simple -el 43,68% de los votos y 169 escaños, con el 99% escrutado- la labor de gobierno del PSOE y de José Luis Rodríguez Zapatero en una legislatura compleja marcada por el 11-M y la negociación con ETA. La victoria del PSOE por 3,5 puntos sobre el PP -que logra el 40,1% de los sufragios y 153 diputados- avala la regla no escrita de que todo partido de Gobierno que opta a la primera reelección suele contar con el apoyo mayoritario de los votantes.

El PSOE mejora sus resultados del 2004, con un punto y medio más de porcentaje sobre votos válidos y cinco escaños más. Pero también el Partido Popular logra aumentar su apoyo y en un porcentaje ligeramente mayor, superando en más de dos puntos los resultados de hace cuatro años. PSOE y PP avanzan ambos en cinco escaños, después de que CiU arrebatara un acta de diputado al PP en Barcelona y lograra mejorar en un escaño sus resultados del 2004. BNG y Nafarroa Bai se mantienen y baja el resto del arco parlamentario.

Menor diferencia

Esta consolidación general del bipartidismo tiene el contrapunto de que la diferencia entre el PSOE y el PP se estrecha con respecto a las últimas elecciones, pues los 4,8 puntos de margen se quedan 3,6 y el diferencial en diputados entre ambas formaciones se queda en los mismos 16 escaños del 2004. El PSOE se quedó a siete escaños de la mayoría absoluta, por lo que podría recabar apoyos parlamentarios de CiU (10 escaños).

La tercera fuerza de carácter estatal, Izquierda Unida, pierde tres escaños y, al tener solo dos representantes, se queda sin grupo parlamentario propio, víctima de la movilización del voto útil de izquierdas hacia las siglas socialistas. La formación que lidera Gaspar Llamazares logró el 3,8% de los votos, más de un punto menos que en la anterior cita electoral, y ayer el candidato anunció su dimisión inminente.

Sin duda destacable es la irrupción en el Parlamento de una cuarta fuerza de ámbito nacional, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), cuya candidata a la presidencia, la ex socialista Rosa Díez, logró un acta de diputada por Madrid.

Cuarenta y ocho horas después de que ETA asesinara al ex concejal socialista Isaías Carrasco, los españoles fueron a las urnas de forma masiva, aunque sin superar la gran movilización electoral del 14 de marzo del 2004. En esta ocasión acudió a ejercer su derecho a voto el 75,33% del censo, frente al 77,26% que lo hizo hace cuatro años en la jornada electoral (esto es, sin tener en cuenta el censo de residentes ausentes que rebajó considerablemente la participación al 75,66%). Esta leve diferencia a la baja con respecto al 2004 se convierte en 10 puntos en el País Vasco, donde la izquierda nacionalista radical pidió la abstención.

Este dato es relativamente simétrico a los resultados del voto nulo del 2004 -la opción defendida entonces por los radicales-, situado en torno al 7,69% (104.017 sufragios).

Precisamente en el País Vasco se ha reflejado de forma contundente e histórica la corriente de simpatía hacia los socialistas. El PSOE es el partido hegemónico en las tres provincias vascas, arrebata la primera posición al PNV en Vizcaya y Guipúzcoa, saca once puntos de diferencia al partido de Ibarretxe en el total de la comunidad y tres escaños más (9 frente a 6 del PNV y 3 del PP).

Polarización

La polarización de los votantes en torno a las dos opciones mayoritarias fue evidente, en una campaña marcada por los cara a cara electorales y una cobertura mediática muy centrada en la competencia PSOE-PP. Esta bipolaridad política tiene su reflejo en la bajada generalizada de todas las opciones nacionalistas, a excepción del BNG, que pasa del 0,81 al 0,82%. Eusko Alkartasuna y Chunta Aragonesista desaparecen del Congreso, que contará con una fuerza política menos que en la pasada legislatura (de 11 pasa a 10). Pero la principal perdedora en esta pequeña debacle identitaria es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que pasa de 8 a 3 diputados.

Andalucía y Cataluña volvieron a ser cruciales en la victoria de Zapatero y en ambas el PSOE logró un porcentaje mayor que en el resto del Estado (un 51,7% y 45,3%, respectivamente). Sin embargo, el crecimiento del PSC a costa de ERC es mucho más decisivo, pues pasa del 39,4% al 45,3% y de 21 diputados a 25.