La sangría de escaños de formaciones nacionalistas como el PNV y Coalición Canaria ha sido aprovechada por los socialistas para reducir su diferencia con los populares en el Senado.
Con un 95% de los votos escrutados, los nacionalistas vascos perdían cuatro de sus seis senadores y el cuarto puesto en la Cámara Alta. Una posición que pasaba a ocupar CiU, que mantendría sus cuatro escaños.
Como tercera fuerza repetiría la Entesa Catalana de Progrés ECP -formada por PSC-ERC-ICV-EUA- que mantendría los 12 senadores que tiene actualmente. La mayor debacle registrada ayer sería la de Coalición Canaria, que cede los tres obtenidos en el 2004.
Así las cosas, los 51 senadores que todavía deben designar las comunidades autónomas -ayer solo se repartían 208- resultarán fundamentales para dibujar mayorías en la cámara.
En la pugna por el liderazgo, el PSOE recorta distancia de forma significativa, aunque no logran invertir la mayoría de los populares. Mientras los primeros sumarían ocho a los 81 que ya tenían en la anterior legislatura para apuntarse un total de 89, el PP perdería uno y se quedaría en la frontera de los 100 escaños. La distancia pasaría de 21 a solo 12.
La tendencia alcista del PSOE en toda España no se refleja en Galicia, donde se repite el esquema de las dos últimas legislaturas. Los populares ganan por tres a uno a los socialistas en todas las provincias. Ningún candidato del partido liderado por Zapatero se sitúa por delante de los presentados por la formación que encabeza Rajoy.
Reparto por comunidades
En el reparto por comunidades, el PSOE lograría su victoria más clara en Andalucía, por un parcial de 22 a 10, mientras que en Extremadura la diferencia estaría en 6 a 2. En el lado contrario, la Comunidad Valenciana, Castilla y León y Castilla-La Mancha repetirían como bastiones populares y el PP ganaría 9-3, 25-11 y 14-6, respectivamente. La mayor igualdad se registraría en Baleares, donde los socialistas se llevan el gato al agua por un apretado 3-2.
Aragón, Asturias, Canarias, Cataluña y el País Vasco otorgarían mayorías a los socialistas, mientras que Cantabria, Madrid, Navarra, Murcia y La Rioja caerían del lado popular.
En las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, se repetiría la mayoría absoluta que cosechó el PP en las anteriores legislaturas y los dos senadores que se reparten en cada una acabarían engrosando la lista de escaños populares.
En las principales ciudades de España destaca la diferencia (27%) con la que Pedro Agramunt se llevó para el PP el primero de los cuatro escaños que se repartían en Valencia.
En Madrid, el director de campaña de los populares, Pío García Escudero, se quedó con el 18% de los sufragios.
En el lado contrario, Maite Arqué i Ferrer se llevó el 25% de los votos de Barcelona para la Entesa. Mientras que en Vizcaya, Lentxu Rubial obtuvo el 18% para el PSOE.