Galicia tiene una infraestructura «que non é de asfalto»: el Bloque

ELECCIONES GENERALES 2008

Paco Rodríguez, que abandona el Congreso tras 12 años, recibe los mayores aplausos en el último mitin con el líder del BNG

29 feb 2008 . Actualizado a las 03:04 h.

O avance para nivelar o atraso en infraestruturas de Galicia leva a marca do BNG e leva o nome de Francisco Rodríguez». Con estas palabras, Anxo Quintana arrancó ayer el aplauso más largo del auditorio Carballo Calero de Ferrol. «A miña única aspiración é traballar coa mesma tenacidade que Francisco Rodríguez», sentenció también Jorquera. Porque en el mitin de ayer, el protagonista, sin pretenderlo, fue el veterano diputado nacionalista que, tras doce años, abandona el Congreso y que ayer participaba en el último mitin que compartirá con el portavoz nacional esta campaña.

Paco Rodríguez habló de la dignidad que para Galicia supuso que el BNG llegase al Congreso tras 20 años de ausencia. Y defendió los logros del nacionalismo tanto para la comarca de Ferrol (transferencia del hospital militar, saneamiento, lucha por derrumbar el muro del arsenal) y para Galicia. También tuvo tiempo para arremeter contra la Iglesia por no respetar las decisiones del Parlamento y mostró su oposición a un orden internacional «profundamente agresivo co pobo palestino». Con un cálido abrazo, dio paso a Anxo Quintana.

El abarrotado auditorio en el que el calor obligó a muchos a utilizar los folletos electorales como improvisados abanicos, no daba a entender la pérdida de peso que en los últimos años ha venido registrando el BNG en Ferrolterra. Si Ferrol fue, junto a Vigo y Pontevedra, una de las primeras grandes ciudades gallegas en las que lograron gobernar en 1999, diez años después los nacionalistas son una fuerza minoritaria, que se sienta en la oposición. Algo similar ocurre en el resto de los municipios de la ría, donde solo conservan el gobierno de Mugardos.

Problema histórico

Quintana habló de infraestruturas, como ya había hecho por la mañana, cuando se acercó a visitar el viaducto de O Eixo, en Santiago. Una de las obras más emblemáticas del AVE, que en su punto más elevado alcanza los 95 metros, es decir, rebasa la mismísima catedral. Y la evidente cojera que el portavoz nacional del BNG luce desde el accidente que sufrió al inicio de la campaña no fue más que la metáfora de su discurso: Galicia está coja en infraestructuras.

Quintana recordó el atraso histórico que sufre Galicia -«fomos os últimos en chegar ás autovías»- y planteó un reto: «Debemos procurar non ser os últimos en chegar á alta velocidade». En su opinión, el Estado intenta continuamente que Galicia le salga barata y solo cuando hay presencia nacionalista se consigue un incremento exponencial de las inversiones. En una intervención que recordó mucho sus palabras en el debate televisivo de la víspera, señaló que tuvo que ser una catástrofe, la del Prestige , la que despertase a las sociedad gallega y la llevase a exigir infraestructuras: «Os galegos non somos uns choróns».

Y volvió a agarrarse al discurso de la necesidad de que Galicia esté representada en Madrid: «Queremos ser unha forza decisiva en Madrid para acabar co déficit de infraestruturas e a prioridade será rematar o AVE no 2012». El líder del BNG echó cálculos y le salió la cuenta del 8: 8 años más recibiendo el 8% de la inversión estatal permitirá a la comunidad compensar su tradicional atraso.

«Ademais, Galiza tamén ten outra infraestructura, que non é de asfalto, o Bloque Nacionalista Galego, que é a expresión política da autoestima».

Anxo Quintana mostró en Ferrol su satisfacción por el éxito que supuso celebrar el debate. Incluso se permitió un chiste: «Despois de cinco convocatorias en tres anos, o líder socialista estrenouse e Feijoo é mediopensionista, ás veces vai e ás veces non».

Aunque dedicó buena parte de su intervención a valorar el encuentro televisivo, el portavoz nacional del BNG no olvidó, en una ciudad naval, hablar de astilleros. Recordó que fue la Consellería de Industria, en manos del Bloque, la que buscó alternativas para «valorizar os terrenos ociosos da vella Astano» y exigió que «si Zapatero quere que España sexa a octava potencia económica mundial, que non o logre a costa de que Galicia deixe de ser a primeira potencia no sector naval».

Más lejos fue aún el candidato al Congreso por A Coruña, Francisco Jorquera, que se atrevió a decir que «se o BNG está representado en Madrid imos levantar o veto político que impide a Astano construír barcos».