Greta Thunberg llega a Lisboa después de 21 días cruzando el Atlántico

SOCIEDAD

La joven activista sueca de 16 años asegura que llegará a Madrid para la marcha del viernes en una ruta y medio de transporte aún sin confirmar

03 dic 2019 . Actualizado a las 17:23 h.

Greta Thunberg ha llegado a Lisboa después de 21 días de travesía a bordo de un catamarán cruzando el Atlántico y con cuatro horas de retraso sobre lo previsto. Desde Salt Ponds, en el Estado de Virginia (Estados Unidos) hasta la capital portuguesa ha viajado en La Vagabonde junto a su padre Svante, la familia australiana dueña de la embarcación (Elayna Carausu, de 26 años, su pareja Riley Whitelum, de 35, y el bebé de ambos de 11 meses, Lenny) y la navegante profesional británica Nikki Henderson.

La activista de 16 años pasará un par de días en la capital lusa poniendo todo en orden, ya que ha estado aislada varias semanas. «Pero estaré para la marcha del viernes en Madrid», ha confirmado. Una vez que termine la Cumbre, emocionada, ha dicho que se irá a su casa «por Navidad».

En el puerto lisboés, a Greta la esperaban el alcalde de la ciudad, Fernando Medina, jóvenes del movimiento Fridays for Future y multitid de curiosos y medios de comunicación. La Vagabonde fue escoltada por varios barcos en su último tramo en aguas del Tajo hasta el muelle, en el que la activista fue recibida con una batucada de tambores y pancartas con mensajes como «Justicia climática ya», «Escucha a Greta, escucha el planeta» o «Hoy barato, mañana caro».

«Seguiremos presionando a los que tienen el poder para que le dan prioridad máxima a este asunto, e iremos a la COP25 en Madrid a continuar la lucha», ha asegurado en su pequeña intervención. «Enfrentemos esta emergencia global», instó la activista. «Más que por nosotros, por nuestros hijos y nietos y todos los seres humanos en la Tierra».  «Mucha gente dice que no importa y que no va a pasar nada, pero empezamos a ver los resultados», agregó. «Tenemos que pensar a largo plazo, no podemos pensar solo en hoy, hay que pensar en el futuro».

En la rueda de prensa a su llegada le preguntaronsqué opciones da para los que, como ella, no pueden viajar en catamarán. «Hago esto para enviar un mensaje, es imposible vivir de forma sostenible hoy. No pretendo decirle a nadie cómo viajar, pero desde luego hay modos sostenibles de hacerlo, aunque no se lo voy a indicar a nadie», contestó. 

«Lo que estamos haciendo la gente joven es demandar a la gente en el poder que escuche a la ciencia. Desde luego que deben oírnos a los jóvenes, pero no somos expertos, lo que deben hacer es escuchar a los científicos», declaró Greta que también contestó a todos aquellos que opinan que es una «chica enfadada»: «Creo que la gente subestima la fuerza de los chicos enfadados. Estamos frustrados por una buena razón. Si quieren que dejemos de estar enfadados, dejen de hacer que estemos enfadados».

Thunberg se dirigirá a los representantes de delegaciones de cerca de 200 países que participarán en la COP25 durante el tramo final de la misma, a partir del día 10 de diciembre, que son, precisamente las jornadas en las que se intensificarán las negociaciones.

Más allá de su discurso ante el plenario de la COP25 y de su eventual participación en la marcha climática, la joven está organizando su agenda para participar en diferentes actividades durante su estancia en España tanto dentro de la Cumbre, que se desarrolla en IFEMA, como en otros puntos de la ciudad de Madrid.

A las 7 de la mañana, Thunberg colgaba una fotografía en la que se veía Lisboa a lo lejos: «Land ahoy (Tierra a la vista)», escribía. Las redes sociales, las de la propia joven y también las del resto de la tripulación de La Vagabonde, han actuado de altavoz de una travesía que ha creado gran espectación y que se ha podido seguir minuto a minuto. La activista ha contado que pasaba las jornadas de navegación escuchando audiolibros, jugando al 'Yatzy', cuidando al bebé de la familia australiana con la que ha navegado todos estos días o «manteniendo interminables discusiones sobre el tiempo». Además, Thunberg ha publicado varios audiolibros con 11 de sus discursos sobre el cambio climático, narrados por ella misma. 

 A Thunberg, el cambio de localización para celebrar la Cumbre de Acción Climática la pilló en Estados Unidos. Allí llegó a principios de septiembre en el Malizia, el barco ecológico del príncipe monegasco Pierre Casiraghi, para asistir a la Cumbre de Acción Climática de la ONU que tuvo lugar el 23 de septiembre en Nueva York. Su plan inicial era viajar por el continente americano llevando su mensaje de urgencia climática hasta llegar a Santiago de Chile, donde estaba prevista la celebración de la COP25.

Sin embargo, la situación de crisis social en el país latinoamericano llevó al presidente chileno, Sebastián Piñera, a renunciar a acoger la cumbre a finales del mes de octubre. Una vez la COP chilena se trasladó a Madrid, Thunberg buscó entonces un modo de transporte acorde a sus requerimientos climáticos para viajar hasta la capital española, puesto que no viaja en avión por la emisiones de gases de efecto invernadero asociadas.

La joven inició hace un año una huelga ante el parlamento sueco cada viernes para protestar por la falta de acción contra el cambio climático y semana tras semana ha ido inspirando un movimiento mundial de jóvenes que se ha puesto en pie para exigir políticas acordes con la emergencia climática que permitan limitar el aumento de la temperatura global del planeta a 1,5 grados centígrados.