La pandemia que reseteó el mundo

Expertos de todos los ámbitos coinciden en que el covid dejará un poso en la humanidad que va mucho más allá de la cuestión sanitaria

De vez en cuando, surge un estudio sobre los efectos de la pandemia en las personas, más allá de las muertes y el deterioro en la salud. Los hay que sostienen que la humanidad saldrá reforzada en sus valores. Otros concluyen lo contrario. De lo que no cabe duda es de que el 7 de marzo del 2020, el mundo se reinició.

 Daniel López-Acuña

«Repensar las residencias»

El exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS y profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública considera que «la vacuna ha llegado para quedarse». «Se mostró la importancia de mecanismos de protección frente a enfermedades de carácter respiratorio, que antes veíamos ajenos en países orientales. También la vulnerabilidad del modelo de residencias. Habrá que repensar el número de personas en ellas y el tipo de cuidados. En cuanto a la gestión sanitaria, deberíamos contar con planes de contingencia y reservas estratégicas; además de mantener la inversión en Salud Pública, vigilancia epidemiológica y atención primaria. Perdurará la gestión sanitaria telemática, que ayuda a descongestionar el sistema. Por el contrario, una gran frustración es no haber logrado una gestión mundial global de la sanidad», dice.

 Mar de Santiago

«Un enfoque colaborativo»

La profesora de Ciencia Política y Sociología de la USC, cree que «hay que pasar del enfoque clásico y reactivo de Pandemia a implementar el reenfoque integral y proactivo de Sindemia». «Apostar por este cambio supone dejar de poner parches en una sociedad que se ha desinflado por falta de previsión e inversión, de visión y horizonte para la ciencia, el conocimiento y la defensa de lo público, y que se ha estado desangrando de forma brutal. Será necesario un enfoque que permita dejar atrás una globalización salvaje fundamentada en los actuales parámetros y condiciones, y pelear por un internacionalismo que sea cooperativo-colaborativo. Debemos implicarnos en el bienestar del otro, porque la supervivencia como especie es una cuestión colectiva. Lo peor es que se nos fue la generación más resiliente», añade.

 José Pablo Abeal

«La tecnología será esencial»

El economista y profesor de la UDC, considera que «la pandemia no ha creado tendencias, solo las ha acelerado. La tecnología es una de las columnas esenciales del cambio». Añade: «La inflación y la devaluación del dólar serán las previsibles consecuencias de este exceso de dinero en el sistema, que absorbe en parte el crecimiento de la deuda pública. Será necesario fijar un nuevo punto de partida, reconfigurar los poderes en un nuevo equilibrio estable. Oligopolios y multinacionales tendrán cada vez más peso. El mercado de trabajo debe de adaptarse los nuevos paradigmas tecnológicos. La clase media, tan fomentada antaño, puede estar perdiendo su importancia para el sistema. Ante este cambio mundial, el papel de España podría ser cada vez más irrelevante si no adquiere las destrezas tecnológicas adecuadas».

 Pedro Baños

«China se afianzará»

Coronel y exjefe de la Contrainteligencia del Ejército Europeo, es especialista en estrategia, relaciones internacionales y análisis geopolítico. Asegura: «La OMS no acaba de confirmar el origen de la pandemia. China se afianzará como superpotencia, al contrario que el G20. Por primera vez supera a Estados Unidos como socio comercial de la UE y acapara más fondos de inversión». «Lo telemático paralizará la economía. La UE ha reaccionado relativamente bien, pero sus diferencias se acrecientan. Los países que crecen son de la ex órbita exsoviética», añade. «Tuvo peso importante en las elecciones de Estados Unidos y dejará huella. Probablemente, Trump hubiese sido reelegido sin ella. Condicionará también la movilidad internacional, más pendiente ahora de la seguridad física. Y habrá más recelo al contacto personal», concluye.

 Santiago Villanueva

«A xestión de emerxencias: prevención e coordinación»

El director xeral de Emerxencias e Interior de la Xunta de Galicia apunta que la crisis «amosa a necesidade de manter e reforzar a colaboración entre as administracións públicas na xestión das emerxencias e, sobre todo, na prevención». «Claves foron o plan territorial, o Centro de Coordinación Operativa, o SACOP como órgano para coordinar, pero tamén contar cun equipamento operativo e humano, profesionais ben formados e preparados. A xestión de emerxencias futuras ten que centrarse por tanto na prevención e na coordinación. A Xunta completará o mapa de emerxencias de Galicia para que a comunidade conte con recursos que permitan ofrecer un tempo de resposta axeitado ante calquera incidencia coa creación de novos Grupos de Emerxencias Supramunicipais», avanza.

 José Miguel Sagüillo

«Tragedia y oportunidades»

Fue catedrático en el Departamento de Lógica y Filosofía Moral de la USC. Apunta «a las oportunidades que esta tragedia nos puede ofrecer puesto que está propiciando una eclosión de progreso entretejido y transversal de varios ámbitos y esferas: ciencia y tecnología (desarrollo del conocimiento de nuestro entorno, conciencia ecológica y alerta sanitaria), política y sociología (no hay atajos para lo que es justo, lección para gobernantes populistas), vida y valores (reorganización de los hábitos, reivindicación del cuidado a los otros y a nosotros mismos)». «Confío en que este virus tienda a anular la diferencia entre las personas y mitigue la soberbia de algunos. La pandemia puede reconciliarnos en nuestra fragilidad común y en la identificación de lo superfluo. Sí, sin duda, podemos mejorar. Lo negativo duele y está a la vista», concluye.

 Xesús Vilas

«Bomba de reloxería para a infancia e adolescencia»

El presidente de la Plataforma de Organizacións de Infancia de Galicia analiza: «Estamos ante unha bomba de reloxería. Os traumas individuais e colectivos e as situación de estrés repercuten na saúde mental e emocional dos nenos. Fará falta tempo para comprobar a verdadeira dimensión desde impacto. Os primeiros resultados son preocupantes: cambios no comportamento, ansiedade ante a preocupación que palpan no seu entorno, incremento do sedentarismo e exposición desmedida ás pantallas, escaseza de relacións persoais imprescindibles para un crecemento san e equilibrado… Agravado en colectivos máis vulnerables, que ven como as fendas en cuestión básicas como a educación, a saúde, a vivenda ou a alimentación se teñen agrandado. A reconstrución social pasa pola recuperación da saúde emocional da infancia e adolescencia».

 Jorge García Fernández

«Seremos los mismos»

Psicólogo clínico del CHUAC, afirma: «Nuestra tendencia natural es hacia el ‘no cambio’. Si exceptuamos la comunicación con los mayores extraconfinados y con escasa capacidad de usar medios ‘modernos’, se han versionado reglas de convivencia que siguen siendo las mismas. El discurso épico acerca del ‘cuidado de los mayores’ se elabora como si los mayores no fuésemos también nosotros mismos dentro de unos años. Seguimos priorizando el disfrute a corto plazo y minimizando riesgos percibidos a largo. Somos y seremos los mismos. En este caso como siempre los más responsables y solidarios tendrán que serlo aún más para compensar los comportamientos de los menos normativos. Disponemos de un enorme arsenal de recursos tecnológicos y sociocomunicativos para que nosotros y el mundo sigamos funcionando igual».

 Amparo Alonso

«Habrá frutos si se invierte en investigación»

La presidenta de la Asociación Española para la Inteligencia Artificial y catedrática de Computación e Inteligencia Artificial Grupo LIDIA en la UDC recuerda que la pandemia tuvo como consecuencia «un ritmo de trabajo brutal y sin contacto presencial con los alumnos, demostrando que no estábamos tan avanzados como creíamos». «Si no llega a ser por las herramientas, si hubiese sucedido hace diez años, no sé cómo hubiésemos hecho. Y no es solo tener herramientas, sino estrategias, sobre todo en disciplinas más especializadas. Esto se vio acelerado», añade. «En cuanto a los datos, primero se requiere una gobernanza, ya incluida en la estrategia nacional (incluso europea y estadounidense, que se perdió con Trump) de inteligencia artificial. Cabe recordar que la primera alerta de la pandemia en China fue emitida por una inteligencia artificial. También depende de la materia prima y los recursos que se dedican a la educación, formación, sanidad y condiciones laborales de los investigadores. Los países que los mantuvieron en la crisis, ahora recogen sus frutos, incluido el autoabastecimiento», concluye.

 Rafael Alonso

«Normas y contratos más previsores»

El abogado del bufete Alonso Martínez cree que «se tenderá a recuperar la rutina anterior. Normas y contratos se volverán más previsores. Se tendrá en cuenta la fragilidad de la economía en nuestra sociedad globalizada y por ello los operadores legales se cuidarán de prever los efectos jurídicos que hayan de tener posibles situaciones similares». «El ejercicio de las profesionales legales no creo que sufra grandes cambios, como no lo hizo tras la recesión del 2008, pero, si algo quedará, creo que será un incremento de las videoconferencias porque, al haberse extendido tanto frente a la excepcionalidad de su uso anterior, se ha comprobado las bondades que presenta en algunos casos ahorrando desplazamientos, aunque su utilización seguirá siendo residual en comparación con los actos y reuniones presenciales que se retomen», concluye.

Bienestar y cuidados en tiempos virulentos

Raquel Martínez Buján

La pandemia del covid-19 ha demostrado que todos necesitamos cuidados a lo largo de nuestra trayectoria vital y que la mejor forma de proveerlos es comprendiendo nuestra propia fragilidad individual. Solamente así estamos en disposición de entender que es necesaria la interdependencia para sostener nuestras vidas. Esta crisis sanitaria ha visualizado cómo toda la población es susceptible de estar contagiada y podemos convertirnos sin previo aviso en receptores o dadores de cuidados. Ahora bien, esta simple fórmula de entender que somos vulnerables como especie y como seres que habitamos el planeta, ha estado alejada de las fórmulas políticas desde las que se han organizado la provisión de cuidados y a las que se han recurrido para afrontar los riesgos sociales. Hace tiempo ya, y desde ámbitos diversos de las ciencias sociales se ha producido una relevante y asentada literatura científica que demuestra las desigualdades de nuestro modelo de cuidados en términos de género, clase social y etnia. Este sistema de atención personal en España centrado básicamente en el trabajo no remunerado de las mujeres en los hogares, con una escasa participación de los servicios sociales y con una creciente privatización a través del empleo doméstico, ya estaba en crisis. El término «crisis de cuidados» se acuñó precisamente para hacer referencia a esa constante tensión entre el capital, el empleo, la reproducción humana y los límites que plantean su organización política. Y es aquí donde, en estos tiempos de pandemia, surgen varias contradicciones, todas ellas relacionadas con las formas que articulan la organización social del cuidado y los riesgos sociales que éstas representan.

Seguir leyendo

Votación
1 votos
Comentarios

La pandemia que reseteó el mundo