La madre de Marta del Castillo confiesa que mandó flores a la de El Cuco: «Ya que tú sabes dónde está mi hija, llévaselas»

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El día que Marta cumpliría años, su madre, Eva Casanueva, envió un ramo a la madre de uno de los implicados en el crimen, buscando respuestas: «Hay madres que encubren y madres que llevamos 16 años luchando»

08 may 2025 . Actualizado a las 16:24 h.

Hace más de 16 años que Marta del Castillo desapareció tras salir de su casa. La joven de 17 años fue vista por última vez el 24 de enero de 2009, cuando se dirigía al domicilio de Miguel Carcaño, su exnovio, en Sevilla. Este fue el inicio de uno de los casos más mediáticos de la historia reciente de España. A pesar de que hayan pasado casi dos décadas, y Carcaño fuese condenado por asesinato, la familia de la sevillana aún tiene la esperanza de encontrar su cuerpo, que nunca fue localizado. A lo largo de los años, múltiples testigos, implicados y personas relacionadas con el caso han cambiado sus versiones de los hechos, pero el misterio sobre el paradero del cadáver persiste.

El pasado 7 de mayo, Marta habría cumplido 33 años. En uno de sus cumpleaños, su madre, Eva Casanueva, envió un ramo de flores a la casa en la que vive Rosalía García, la madre de El Cuco, uno de los implicados en el crimen. «Ya que tú sabes dónde está mi hija, llévale el ramo que no puedo llevarle yo», escribió Casanueva en la nota que acompañaba a las flores. La destinataria,según ha contado Casanueva en el programa Madres: voces desde el alma, nunca respondió. El ramo era una forma de señalar que después de más de tres lustros, sigue habiendo quienes —en su opinión— saben más de lo que han contado: «Hay madres que encubren y madres que llevamos 16 años luchando», dijo durante la entrevista en Mitele PLUS, visiblemente emocionada. Casanueva está convencida de que la madre de el Cuco sabe qué le pasó a su hija: «Si no sabe dónde está Marta, sí sabe lo que pasó ese 24 de enero. Estoy completamente segura porque yo hablo de un niño que tenía 15 años y que estoy segurísima que ese niño se lo cuenta a su madre». «Un hijo te tiene que doler mucho, pero si sabes que tu hijo ha hecho algo mal, tú tienes que saber dónde están los límites», sentenció.  

A pesar del sufrimiento acumulado, Eva asegura no vivir con odio, pero sí con una herida que no se cierra: «Ella nos hizo muy felices y nosotros le hicimos muy feliz a ella, pero sí que es verdad que si volviéramos a revivir sabiendo lo que sabemos, cuántas veces nos hemos imaginado ese momento, ¿no? ¿Qué nos depararía la vida?, ¿qué hubiéramos cambiado?, ¿qué hubiera cambiado de decirle a mi hija Marta: no salgas con tus amigos, vente a ver a tu tío, que le han operado de la rodilla, vente con nosotros?»

Cada noche, un ritual

Durante la entrevista, también desveló como la familia convive con la ausencia de Marta desde hace tantos años. «Todas las noches dejamos encendida la luz de la cocina, para que sepa que estamos aquí», contó Casanueva. El gesto fue idea de su marido, Antonio del Castillo, y se ha mantenido con los años: «Cuando Marta regresaba a casa, yo me asomaba a esa ventana para verla llegar». 

La madre de Marta también relató cómo vivieron lo sucedido sus otras dos hijas, que por aquel entonces aún tenían 11 y 13 años. «No queríamos que vivieran todo lo que estaba pasando en la casa. Intentábamos que fueran un poquito ajenas, aunque ellas supieran lo que estaban pasando», explicó. Ellas fueron uno de los motivos que ayudaron a Casanueva a intentar recomponerse en los meses posteriores a la desaparición de Marta: «Mi marido me dijo: "Eva, tienes que salir de esa cama porque tienes otras dos hijas más". Fue un chispazo y me costó muchísimo trabajo, pero tenía que criarlas».