Cataluña celebra su Sant Jordi menos reivindicativo en años

Xavier gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, acompañado por su pareja, Marta Estruch (2d) y la consellera de Cultura, Sònia Hernández (d), durante el paseo que ha realizado por los puestos de la Diada de Sant Jordi, en la que los catalanes toman las calles a la búsqueda de libros y rosas para regalar a sus seres queridos y allegados.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, acompañado por su pareja, Marta Estruch (2d) y la consellera de Cultura, Sònia Hernández (d), durante el paseo que ha realizado por los puestos de la Diada de Sant Jordi, en la que los catalanes toman las calles a la búsqueda de libros y rosas para regalar a sus seres queridos y allegados. Toni Albir | EFE

El catalán centra la atención de los partidos políticos, que dejan atrás los tiempos de las demandas del «procés»

23 abr 2025 . Actualizado a las 20:58 h.

Más libros y menos barullo. Así celebraron ayer millones de catalanes la que es su fiesta cívica por excelencia, Sant Jordi. El patrón de Cataluña aparcó ayer el tono reivindicativo que cobró en los últimos años del procés (el año pasado cayó en plena precampaña de las autonómicas) para dar todo el protagonismo a escritores y lectores. Y a las preciadas rosas, como manda la tradición. Ni siquiera la lluvia, protagonista en las últimas semanas tras dos años y medio de extrema sequía, se atrevió a hacer acto de presencia para deslucir el día. Sant Jordi volvió a hacer de Sant Jordi, como en los viejos tiempos.

Con el sentimiento independentista en sus horas más bajas, según las últimas encuestas del Centro de Estudios de Opinión, ayer el grueso de las reivindicaciones nacionalistas se lo llevó el catalán. En su primer discurso de Sant Jordi al frente de la Generalitat, Salvador Illa sacó pecho de los esfuerzos por lograr la oficialidad en Europa: «Estamos haciendo nuevos adelantos en el reconocimiento del catalán en las instituciones europeas y continuaremos fomentando el uso en todos los ámbitos sociales». El presidente también ensalzó los valores que encarnan esta festividad, al declarar que «cada 23 de abril, Cataluña muestra al mundo su mejor versión: cívica, dinámica, alegre, afirmando de la manera más bonita nuestra voluntad de hacer, de ser y de convivir». Y se acordó de las guerras en Ucrania y Gaza para reclamar un alto el fuego, y hasta de la muerte del papa Francisco, del que destacó su «liderazgo moral».

Sobre la cuestión lingüística, la secretaria de organización de Junts, Judith Toronjo, acusó a Illa de «dar la espalda» al catalán, y le emplazó a mantener la inmersión lingüística en las escuelas. «Hay que defender los intereses de los catalanes desde aquí», le espetó. Mientras, el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, abogó por un pacto «nacional» de todos los partidos catalanes por la lengua, «tan ambicioso como Cataluña necesita y merece». Por su parte, el presidente del PP en la comunidad, Alejandro Fernández, defendió el bilingüismo, y hasta el trilingüismo, en las escuelas. «Todo lo que signifique arrinconar una de las lenguas nunca podremos estar a favor», dijo, en alusión al castellano.

Petición de amnistía

La Fiscalía pidió ayer a la Audiencia de Barcelona que amnistíe a los casi 40 empresarios y ex altos cargos del Gobierno de Carles Puigdemont procesados por el 1-O, así como al exconsejero Raül Romeva. Según informó Efe, el ministerio público se desmarca de las tesis del Supremo al considerar que «se compartan o no las motivaciones políticas, ideológicas o incluso filosóficas» de los impulsores de la ley, los encausados deben ser amnistiados dado que sus actuaciones se ciñeron a la financiación y organización del referendo.