Interior descartó movilizar a la Policía Nacional y a la Guardia Civil para garantizar la captura de Puigdemont

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Controles a la salida de Barcelona para localizar a Puigdemont
Controles a la salida de Barcelona para localizar a Puigdemont Quique Garcia | EFE

Fuentes de la seguridad del Estado lamentan que el departamento que dirige Marlaska ni siquiera desplegara agentes de Información para un posible seguimiento

08 ago 2024 . Actualizado a las 17:40 h.

El daño reputacional a la imagen de los Mossos tras la nueva huida de Carles Puigdemont es «enorme», tal y como reconocen en el cuerpo autonómico, que, además de ser la policía integral en Cataluña, este jueves tenía en la zona desplegados más de quinientos efectivos.

Pero ese daño alcanza de lleno también a las fuerzas de seguridad del Estado, que tenían sobre su mesa la misma orden de busca y captura nacional del Tribunal Supremo contra el líder de Junts. Y tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil tienen «plenas competencias» y efectivos para llevar a cabo un operativo que garantizarse la captura del huido, tanto antes de que subiera al escenario del acto de bienvenida oficial del Consell de la República (Puigdemont se dejó ver instantes antes andando en compañía de sus dos escoltas y el secretario general de Junts, Jordi Turull, por la cercana calle Trafalgar), como después si, como ha ocurrido, no encaminaba sus pasos hacia el Parlament para dejarse capturar.

Pero, según revelan fuentes de la seguridad del Estado, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska no dio ninguna instrucción a Policía o Guardia Civil para montar un operativo en los alrededores del Parlamento a pesar de que los organizadores del «denominado acto de recepción» al huido anunciaron públicamente todos los detalles del mismo a las 10.30 horas del miércoles, con tiempo suficiente para organizar un despliegue de las fuerzas de seguridad del Estado.

El Ministerio del Interior, según estas mismas fuentes que se muestran desconcertadas tras la nueva «burla» de Puigdemont, se limitó a confiar al 100 % la captura del huido a los Mossos, que a su vez dieron por bueno un supuesto acuerdo tácito con Puigdemont (que su entorno niega de manera tajante), según el cual el huido se iba a entregar en el control de entrada del Parlament, una vez concluyera su discurso ante los suyos.

Sin investigaciones en marcha

Es más. Según han confirmado diversas fuentes, ni Policía ni Guardia Civil ni CNI tienen, ni han tenido en los últimos meses, investigaciones en marcha para tratar de localizar al huido ni para anticiparse a sus pasos, por lo que difícilmente en el Ministerio del Interior iban a poder estar al tanto de que Carles Puigdemont tramaba un golpe de efecto como el perpetrado este jueves.

Un plan que, sin duda, tiene parte importante fuera de las fronteras nacionales, donde los Mossos no tienen ninguna capacidad de acción, pero sí las fuerzas de seguridad del Estado a través de la herramienta de cooperación policiales y sí el centro Nacional de Inteligencia que puede moverse en el extranjero y que tiene excelentes relaciones con los servicios secretos del resto de los países europeos.

 Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez, para contentar a sus socios, sacó a partir de la edición del 2019 expresamente los seguimientos al independentismo de la directiva de seguridad nacional, que sirve como base de actuación para los servicios secretos.

Así las cosas -explican desde los servicios de Información de las fuerzas de seguridad- cuando Puigdemont se esfumó este jueves en los alrededores del Arco del Triunfo de Barcelona no había nadie en la zona, ni de los servicios policiales ni del CNI, para tratar de seguirle el rastro.