Salvador Illa pone en marcha la maquinaria negociadora para su investidura

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

El primer secretario del PSC y candidato socialista en las elecciones catalanas, Salvador Illa, en la reunión ejecutiva que mantuvo su formación el lunes en Barcelona.
El primer secretario del PSC y candidato socialista en las elecciones catalanas, Salvador Illa, en la reunión ejecutiva que mantuvo su formación el lunes en Barcelona. David Zorrakino | EUROPAPRESS

El PSC, que incluye al PP en su agenda, no usará la Mesa como moneda de cambio

14 may 2024 . Actualizado a las 21:38 h.

El ganador mueve ficha. El PSC no va a escatimar esfuerzos para investir a Salvador Illa como 133 presidente de la Generalitat. Incluso el PP figura en la agenda negociadora de los socialistas catalanes, como reconoció este martes la portavoz parlamentaria, Alícia Romero, que no desdeña los votos de los de Alejandro Fernández. Aunque Illa sí lo hizo en campaña, ahora la única línea roja es la extrema derecha. «Hablaremos con todo el mundo; con el PP se puede hablar, obviamente. Esto no quiere decir que después lleguemos a acuerdos, pero hablar, sí», aseguró Romero.

48 horas después de su victoria inapelable en las urnas, en el PSC se han puesto el mono de trabajo para llevar a Salvador Illa a la Generalitat. Y lo van a tener que sudar. La sede de la calle Pallars, en el corazón del antiguo barrio obrero del Poblenou, en otro tiempo llamado el Mánchester catalán, es estos días un hervidero de dirigentes, militantes, periodistas y algún que otro turista despistado.

Al frente de los negociadores que buscarán el sí quiero de los republicanos, el principal obstáculo, figura la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret. A priori, con los comunes lo tendrá fácil. La línea roja de los de Sumar, como subrayó Joan Mena, se llama Hard Rock. Al fin y al cabo, Moret preside la todopoderosa Diputación de Barcelona, la segunda institución de gobierno más importante en Cataluña, gracias al acuerdo con los de Jéssica Albiach. Los socialistas pactaron otras dos diputaciones con ERC, las de Tarragona y Lérida, estas bajo presidencia republicana. La cuarta, la de Gerona, es de Junts.

En el mapa municipal, los de Junqueras se hicieron con 19 alcaldías tras pactar con el PSC, por solo ocho con Junts. En Barcelona, el socialista Jaume Collboni se la arrebató al veterano Xavier Trias con los votos de los Comunes y el PP, y ahora todo parece indicar que la entrada de los republicanos es inminente. Aunque algunos lo duden, el peso de la capital catalana puede acabar decantando la balanza de las negociaciones.

Primera parada, el Parlamento

En el complejo tablero de ajedrez de la política catalana, el camino hacia la investidura de Illa presenta una casilla marcada en rojo: la presidencia del Parlamento. Es el segundo cargo institucional más importante en Cataluña, tras la Generalitat, y es fundamental para regir la actividad parlamentaria. Entre otras cosas, determina quién puede aspirar a la investidura y en qué orden. En principio, el PSC dejó claro este martes que no entra en sus planes cederla a Esquerra como moneda de cambio del apoyo a Illa, al entender que son ellos a quien corresponde ejercerla como primera fuerza parlamentaria. Aunque en política todo tiene un precio. Sobre el rechazo de Aragonès a gobernar con ellos, Moret fue clara: «Haremos lo que tenemos que hacer: contactar con ellos, hablar con sus representantes y a partir de ahí ya veremos cómo evoluciona todo». Por cierto que el todavía presidente en funciones les apremió a formar gobierno y evitar la repetición electoral.

Psicóloga especializada en psicología social y políticas de género, nacida en Barbastro (Huesca) en 1965, Luïsa Moret es uno de los valores al alza en el nuevo PSC de Illa. Alcaldesa de Sant Boi desde el 2014, revalidó el cargo consiguiendo 16 concejales de 25. Junto a Alícia Romero y el primer secretario de la federación de Barcelona, Ferran Pedret, forman la comisión negociadora del PSC.