El PSOE confía en que el rey le encargue a Sánchez que intente formar Gobierno
ESPAÑA

Los socialistas no prevén que esta semana se sepa la fecha de la investidura
01 oct 2023 . Actualizado a las 10:23 h.Un día después de que, el pasado 22 de agosto, el rey propusiera a Alberto Núñez Feijoo que intentara formar Gobierno, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se puso en contacto con él para fijar la fecha del debate de su investidura. El acuerdo fue hacerlo los pasados 26 y 27 de septiembre, entre otras cosas —a pesar de las críticas del PSOE a Feijoo por el tiempo que «ha hecho perder» a los españoles— para evitar que, en caso de que no sea posible que esta legislatura alumbre un nuevo Ejecutivo, las elecciones cayeran en torno a la celebración de la Navidad.
Los socialistas no prevén ahora, sin embargo, que la fecha para la investidura de Sánchez se conozca la semana próxima, una vez, presumiblemente el martes, el jefe del Estado lo designe como candidato a la presidencia. Conocer de antemano la fecha del debate no tiene ahora la relevancia institucional que tenía en el caso de Feijoo, porque es la primera votación la que, según el artículo 99 de la Constitución, pone en marcha el contador de dos meses para la convocatoria automática de elecciones si los grupos parlamentarios fracasan a la hora de alcanzar un acuerdo.
Sánchez puede decidir cómo juega sus cartas: si va a la investidura solo en caso de tener amarrado el sí de todas las fuerzas que ya le respaldaron en la legislatura pasada, esto es, del PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y el BNG, más Junts —sin la que no le salen los números— o si, aún con el escenario abierto, pone día y hora a sus socios para meterles presión. Su voluntad es formar Gobierno rápido y, si es posible ir a la investidura antes de que acabe el mes de octubre.
Hasta el 27 de noviembre
Pero nadie en su núcleo duro se atreve a hablar todavía de fechas o a descartar que finalmente haya que apurar los plazos. «No depende solo de nosotros» , insisten. En la dirección socialista apuntan que su propuesta para la amnistía se conocerá cuando haya acuerdo o este se demuestre imposible.
Pedro Sánchez tiene hasta el 27 de noviembre no solo para cerrar con Carles Puigdemont, y con todas las fuerzas que en la pasada legislatura apoyaron su investidura, un acuerdo que le garantice la continuidad en el cargo, sino para tratar de hacerlo digerible a los ojos de buena parte de sus bases sociales, sensibles tanto a las críticas de la oposición —amplificadas por Alberto Núñez Feijoo esta semana en el Congreso— como a las vertidas por históricos socialistas en contra de una amnistía a los encausados del procés.
La constatación de que, lejos de rebajar sus posiciones de máximos, las fuerzas secesionistas se han enrocado en ellas justo cuando, fracasada la investidura de Feijoo, formalmente está a punto de comenzar el tiempo del presidente del Gobierno en funciones, no ha hecho mella en la convicción de los socialistas de que podrán renovar su Ejecutivo de coalición, esta vez con Sumar.