Sánchez quiere la revancha en las generales

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas

Convoca elecciones para el 23 de julio tras la debacle del PSOE y de sus socios en las municipales y autonómicas

29 may 2023 . Actualizado a las 23:00 h.

«Aunque las votaciones de ayer tenían un alcance municipal y autonómico, el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá». Así justificó este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su inesperada decisión de disolver las Cortes y convocar elecciones generales para el 23 de julio tras el varapalo sufrido en las urnas, con la pérdida de la gran mayoría de su poder territorial a manos del PP de Alberto Núñez Feijoo. Sánchez compareció en la Moncloa para anunciar que había comunicado al rey su decisión de convocar un Consejo de Ministros extraordinario en la tarde de este lunes para convocar las elecciones.

El batacazo sufrido por el PSOE y por sus socias de Unidas Podemos en las elecciones municipales y autonómicas fue de tal magnitud, que llevó a Sánchez a tomar la decisión temeraria de medirse de nuevo en las urnas a finales de julio, con buena parte de los españoles disfrutando ya de sus vacaciones de verano. La medida cogió de improviso a todos, incluidos miembros de su Gobierno y la dirección del PSOE, con la que se reunió inmediatamente después de hacer su anuncio. Solo su equipo más cercano y un reducido número de personas estaban al tanto de la decisión. El líder del PSOE pone en riesgo incluso la oportunidad de aprovechar electoralmente la presidencia de turno de la UE, que comienza el 1 de julio, en plena precampaña.

«Como presidente del Gobierno y como secretario general del PSOE asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular», sostuvo Sánchez en su breve intervención, en la que aseguró que «a estas alturas de la legislatura el Gobierno ha sacado adelante las grandes reformas comprometidas en el discurso de investidura, en el programa de Gobierno y también en nuestro acuerdo con la Comisión Europea». 

Aclarar quién debe liderar

«Todas estas razones aconsejan una clarificación sobre la voluntad de los españoles y de las españolas, una clarificación sobre las políticas que debe aplicar el Gobierno de la nación, y una clarificación sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase», sostuvo Sánchez en su alocución, en la que afirmó que «solo hay un método infalible para solventar estas dudas». «Ese método es la democracia. Y por consiguiente creo que lo mejor es que los españoles y las españolas tomen la palabra y se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país», sostuvo para explicar su decisión

El líder del PSOE reaccionó así a los resultados de unas elecciones que suponen una pérdida de poder muy superior a la calculada por los socialistas y que alcanza a territorios que se consideraban inexpugnables como la Comunidad Valenciana o Extremadura, que pasarán a estar en manos del PP. Lo mismo ocurrirá en Aragón, Baleares o La Rioja o Canarias.

Con su decisión, el jefe del Ejecutivo consigue que el foco no se ponga en la victoria arrolladora del PP en estas elecciones, sino en las generales que se celebrarán dentro de 54 días. Además, con los plazos establecidos por Sánchez, la campaña electoral tendrá lugar en pleno período de negociaciones entre el PP y Vox para conformar los gobiernos de los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Sánchez jugará así la baza de alertar a los ciudadanos de que al igual que en los distintos territorios, un partido como Vox puede entrar en el Gobierno de España si el PP gana las elecciones generales.

Evitar seis meses de agonía

Tanto en el PSOE como en el Gobierno se esperaba algún movimiento por parte del jefe del Ejecutivo tras los pésimos resultados en estas elecciones, pero ninguno esperaba que Sánchez apretara la tecla del adelanto electoral inmediato. Esa decisión ahorra a Sánchez el transcurso de seis meses de agonía y desgaste del Gobierno tras la derrota en estas elecciones, con la posibilidad de que el bloque de la derecha formado por el PP y Vox, una vez desaparecida Ciudadanos del mapa político, no solo se consolidara, sino que aumentara sus apoyos.

Apremiar a Yolanda Díaz

La estrategia del presidente del Gobierno pasa por movilizar a la izquierda mucho más de lo que lo ha conseguido en las elecciones municipales y autonómicas. Y no solo a su propio partido, sino también a Unidas Podemos y el resto de formaciones a la izquierda de los socialistas, que han cosechado muy malos resultados. Con su decisión, Sánchez consigue también obligar a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a acelerar unas negociaciones que se preveían largas para integrar a las diferentes fuerzas de izquierda en su plataforma Sumar. Ahora, Díaz y Podemos tendrán solo diez días para ponerse de acuerdo porque ese es el plazo establecido para que se presenten las distintas coaliciones que aspiren a las elecciones generales.

La vicepresidenta segunda del Gobierno reaccionó afirmando en un mensaje que «desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio». «Asumo el reto. Son tiempos de audacia. Frente a la España negra de Feijoo, salimos a ganar», sostuvo Díaz.

En el PSOE analizan con lupa los resultados de las municipales y autonómicas y estiman que la suma de los porcentajes obtenidos por el PP y Vox no sería suficiente para alcanzar la mayoría absoluta en unas elecciones generales. Y esa puede ser una de las claves del adelanto electoral.

Los novenos comicios generales adelantados en cuarenta y tres años

Las del 23 de julio serán las novenas elecciones generales que se celebran de forma anticipada en España: se adelantaron dos durante los gobiernos de UCD, seis con el PSOE y una con el PP. Es no obstante la primera vez que un presidente del Gobierno convoca unos comicios generales al día siguiente de celebrarse otras elecciones, sin demora alguna.

Las primeras elecciones adelantadas tuvieron lugar en marzo de 1979. El 29 de diciembre de 1978 entró en vigor la Constitución, al ser publicada en el Boletín Oficial del Estado, y ese mismo día Adolfo Suárez, que había sido elegido presidente en 1977, anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria electoral.

Con UCD en crisis, Leopoldo Calvo Sotelo firmó el siguiente adelanto electoral y los comicios se celebraron en octubre de 1982. Los votantes dieron la mayoría absoluta a Felipe González, que no concluyó ninguna legislatura durante su mandato. José María Aznar agotó sus dos legislaturas y José Luis Rodríguez Zapatero decidió adelantar elecciones en su segundo mandato. Los españoles, llamados a las urnas en noviembre del 2011, dieron la victoria al PP con mayoría absoluta.

Mariano Rajoy concluyó su primera legislatura y las elecciones se celebraron el 20 de diciembre del 2015, pero no consiguió apoyos suficientes para ser elegido presidente y en junio del 2016 se repitieron los comicios.

Tras ganar la moción de censura a Rajoy y ser nombrado presidente del Gobierno en el 2018, Pedro Sánchez decidió convocar elecciones en abril de 2019, pero no llegó a ser investido y por segunda vez se repetían unas elecciones generales, que se celebraron el 10 de noviembre de 2019.

Bruselas guarda silencio sobre el anticipo electoral

La Comisión Europea evitó este lunes hacer comentarios sobre el adelanto de las elecciones generales al 23 de julio anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras confirmarse la debacle en los comicios municipales y autonómicos del pasado domingo. «Normalmente no hacemos comentarios sobre elecciones nacionales», dijo a Efe una portavoz del Ejecutivo comunitario, que no entró a evaluar el impacto que el adelanto electoral podría tener sobre la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea que España asumirá a partir del 1 de julio.

Mientras, los equipos formados en Madrid y Bruselas para la presidencia española siguen con «el trabajo y compromiso» para desarrollar sus funciones propias, al margen del anuncio hoy del adelanto de las elecciones generales del 23 de julio, dijeron fuentes diplomáticas españolas. Tanto la oficina de la presidencia española del Consejo de la UE, en Madrid, como la Representación Permanente de España Ante la Unión Europea (REPER), en Bruselas, son dos «órganos» con equipos de funcionarios formados para sacar adelante «ese trabajo y compromiso», afirmaron las fuentes consultadas.