Dentaduras postizas gratis para todos los jubilados

José Antonio Guerrero MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La candidata de Abuelas por Patones, Charito, de 99 años
La candidata de Abuelas por Patones, Charito, de 99 años Colpisa

Charito, 99 años, la alcaldable más veterana del mundo, aspira por segunda vez a gobernar en la localidad madrileña de Patones de Arriba

13 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cuatro años, cuando se presentó por primera vez por Abuelas por Patones (APP), Charito concedió 150 entrevistas. Tenía entonces 95 primaveras y salió elegida concejala, la más longeva de España. Ahora, con 99, ya sabe lo que se le viene encima, con peticiones de medios de todo el mundo. Es lo que tiene volver a aspirar a una alcaldía con casi un siglo a sus espaldas. Que se sepa no hay un récord igual. Y ella está feliz, con ganas «y muy ilusionada». De humor y vitalidad Charito va más que sobrada. Cuenta su hijo Enrique que su madre «tiene una especie de narcolepsia y que si se aburre se amuerma y se duerme, pero si hay movimiento y excitación alrededor no hay quien la pare. Lo que le está pasando con toda esta atención mediática es la pastilla más bonita para activarse y no envejecer», dice el vástago, uno de los cuatro de la reina de Patones.

A Charito la longevidad le viene sellada en el ADN. En su día, sus padres, José y María Ángeles, fueron el matrimonio de más edad de toda España, con 100 y 101 años respectivamente. Quizá por eso ella ya está pensando en un tercer mandato. «Es la segunda vez que me presento pero si te descuidas voy a por la tercera, jajaja», dice soltando una risotada.

María del Rosario Testa, Charito (Bilbao, 1924), quiere ser la nueva alcaldesa de Patones, uno de los pueblos más turísticos de Madrid, y que está dividido en dos barrios, el de abajo, de unos 500 habitantes, y el de arriba, un precioso enclave de aire medieval encaramado a la montaña y donde viven Charito y otro medio centenar de paisanos en casas de pizarra de auténtica postal. Su quebradero de cabeza es la falta de un aparcamiento público para los visitantes, que actualmente tienen que dejar el coche en un descampado a varios kilómetros de Patones de Arriba y subir en autobús. Esa medida estrella la animó a presentarse hace cuatro años «y ahora vuelvo a la carga porque tenemos que cuidar a nuestros turistas para que puedan estacionar con comodidad», esgrime.

Pero hay más. Charito quiere emplear el dinero que genere el párking municipal en subvencionar dentaduras postizas para todos los jubilados del pueblo que las necesiten. «La idea se me ocurrió cuando una vecina del barrio de abajo me dijo que qué guapa estaba y qué buena dentadura tenía. Y claro, ella no tenía dientes y le animé a que se los pusiera. Pero no podía permitírselo por lo caro que es. Así que si sacamos dinero con el aparcamiento, esta señora tendrá su dentadura gratis y podrá estar tan guapa como la que más», argumenta.

La número uno de Abuelas por Patones también tiene propuestas para eliminar el cableado aéreo que afea el pueblo y ampliar las plazas de la residencia de mayores. Además, y esto se le ha metido entre ceja y ceja, promete llevar el alcantarillado a un pobre vecino que, viviendo en una casa en pleno centro de Patones de Abajo, lleva 30 años sin inodoro porque no le llega el agua. «Como no vota ni al PP ni al PSOE no le hacen la conexión. ¡Es tremendo!», se lamenta la alcaldable más veterana del país. «Hay que mirar más por los ciudadanos», reprocha a los partidos políticos tradicionales. 

«Guapas y modernas»

Charito, que llegó a Patones de Arriba hace 60 años, encabeza una lista renovada con otras seis mujeres, dos nonagenarias, dos octogenarias y dos septuagenarias. «Esta vez somos más jóvenes, más modernas y nos hemos puesto más guapas para atraer el voto masculino. ¿no dicen eso de que tiran más dos tetas que dos carretas?, jajajaja», bromea.

Eso sí, no piensa protagonizar ningún mitin. Con toda la atención de periodistas (en una semana lleva 25 entrevistas, solo este viernes seis y no para) y el revuelo mediático a su alrededor tampoco le hacen falta. «Además, con mi artrosis. ¿tú crees que tengo salero para andar por ahí de arriba abajo gritando Viva Patones? jajaja...».

—Charito, ¿y si Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijoo subieran a Patones a tomarse un café con usted, qué les diría?

—Que a ver si se unen un poco más y tenemos menos jaleo. Que se entiendan y se dejen de sinsorgadas, que no cuesta tanto. 

Del Casco Viejo, del Athletic y casada en Begoña

Charito llegó a Patones de Arriba hace 60 años. Ella nació en pleno casco viejo de Bilbao, en el número 8 de la calle Solokoetxe, hace casi un siglo. Se casó con 32 años («muy mayor para mi época») en la basílica de Begoña, el gran santuario para los bilbaínos, con un apuesto madrileño, al que su padre no podía ni ver «porque los de Madrid tenían fama de chulos», pero ese prejuicio se esfumó pronto. Es del Athletic de toda la vida (en sus tiempos en Bilbao era socia y no se perdía un partido de los leones en San Mamés) y recita de carrerilla la famosa alineación de Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo, Gainza. «Soy bilbaína y en Bilbao he sido muy feliz. Voy mucho al Bocho, que ahora está para descubrirse, pero en Madrid entré con el pie derecho y también estoy feliz», remacha la cabeza de lista de Abuelas por Patones, que a este paso tendrá que cambiar lo de abuelas por bisabuelas... o tatarabuelas.