El Parlamento catalán evita retirar el escaño a Borràs y deja ese cometido a la Junta Electoral

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

La Mesa del Parlamento catalán, en su reunión de este martes
La Mesa del Parlamento catalán, en su reunión de este martes Marta Pérez | EFE

ERC se une a Junts y CUP y espera a que la condena sea firme

19 abr 2023 . Actualizado a las 09:11 h.

La presidenta suspendida del Parlamento catalán desde julio del año pasado, Laura Borràs, es la pócima segura para paralizar el tiempo. Ayer logró que la Mesa de la Cámara dilatase un poco más su cese como diputada tras ser condenada a cuatro años y medio de prisión por corrupción. Y no solo eso, sino que consiguió que ese órgano de dirección del Parlamento devolviese la pelota al tejado de la Junta Electoral Central. Con la decisión gana todo el independentismo. Junts porque tiene a su presidenta sin ser suspendida del acta. Y ERC porque con su tacticismo evita ser la pata mala que haga caer a la pupila de Carles Puigdemont.

Laura Borràs se salva, pero solo de momento, pues nadie duda ya de que será apartada de la presidencia del Parlamento. La Junta Electoral había dado diez días a la Mesa para que se pronunciase sobre su escaño y, aunque podía habérselo retirado, optó por presentar alegaciones —ha de hacerlo antes del día 28— y defender que conserve el acta de parlamentaria hasta que la condena del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que recurrió al Supremo sea firme. Eso es lo que votaron ERC, Junts y la CUP. El PSC lo hizo en contra.

ERC evitó así un nuevo enfrentamiento con su exsocio posconvergente y que le echen en cara ser el responsable de la desgracia de Junts. Ahora bien, los republicanos no se cortan tampoco a la hora de pedirle a Borràs que se aparte porque «su corrupción daña al independentismo» y ERC no quiere ser salpicado con ese vinagre.

Con el lavado de manos de la Mesa será la Junta Electoral Central la que acabará ejecutando la retirada del escaño, en aplicación de la ley orgánica del régimen electoral (Loreg), que comportará el cese como presidenta del Parlamento.

Las alegaciones que presentará la Cámara se centrarán, como en el caso del expresidente Quim Torra y el exdiputado de la CUP Pau Juvillà en que el reglamento del Parlamento solo prevé la retirada del escaño en caso de sentencia firme, y la de Borràs todavía no lo es. En cualquiera de los casos, el pasado julio la misma Mesa la suspendió como diputada cuando se le abrió juicio oral.

En el caso de Juvillà, el PSC defendió que se le mantuviese el escaño hasta que la sentencia fuera firme, pero ahora, argumentan los socialistas catalanes, no tiene sentido porque ya hay dos pronunciamientos del Supremo que avalan la actuación de la Junta Electoral de acuerdo con la Loreg, que prevé la inelegibilidad y la incompatibilidad de los electos en caso de condena por delitos contra la Administración aunque no sea firme, «Podemos repetir la situación, pero ya sabemos a dónde nos lleva, aseguró la portavoz del PSC Alicia Romero, quien recordó que «la Loreg está por encima de la ley del Parlamento». En el caso de Juvillà, condenado por desobediencia, acabó sin escaño en aproximadamente un mes desde que el caso se activó en la Junta Electoral.