PSOE y Podemos enfilan al pleno del 7M sin pactar el «solo sí es sí» y quebrados por la guerra

ANDER AZPIROZ MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, hoy en rueda de prensa.
La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, hoy en rueda de prensa. PSIB-PSOE | EUROPA PRESS

Robles y Albares replican a Belarra que España no enviará soldados a Ucrania

26 feb 2023 . Actualizado a las 21:19 h.

El reloj corre pero las posiciones iniciales no se mueven siquiera un ápice de cara a la trascendental sesión en el Congreso que le aguarda a la coalición de Gobierno el 7 de marzo. De no llegar a un acuerdo antes de esta fecha, PSOE y Unidas Podemos, las dos formaciones que configuran el Gobierno, votarán en sentido contrario para la modificación de la ley del «solo sí es sí». A esta disputa, ya de por sí de hondo calado, se ha sumado estos días otra no menor al calor del primer aniversario de la guerra en Ucrania sobre cómo seguir respondiendo a la invasión de Vladimir Putin.

Los socialistas, por orden expresa de Pedro Sánchez, registraron en la Cámara baja en solitario su reforma de una de las normas estrella del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero. Según defiende el PSOE, el objetivo de esta revisión, que se llevaría a cabo apenas seis meses después de la publicación en el BOE de la ley original y que antes fue refrendada en el Consejo de Ministros —incluidos los ministros socialistas— , es frenar las rebajas de penas de las que se han beneficiado ya casi 600 delincuentes sexuales.

Para los dirigentes del PSOE es «imperativo» corregir esta falla en el texto que, además de «efectos indeseables» en el terreno jurídico, ha servido en bandeja de plata munición de grueso calibre a PP y Vox.

Frente a la posición del ala socialista del Gobierno, Podemos asegura que las resoluciones son fruto de una operación orquestada por la derecha y jueces afines para frenar el avance feminista. Tras semanas de discusión, el pacto parece más lejano que nunca y ambas partes niegan cualquier avance.

Decidido a sacar adelante la reforma para minimizar el daño electoral, los de Sánchez se arriesgan a hacerlo con los votos del PP, que siempre discrepó de la norma, y de espaldas a dos socios tan relevantes como Esquerra y EH Bildu, alineados por ahora con la ministra de Igualdad, que este fin de semana ha buscado el arropamiento feminista en un macroevento en vísperas del 8M y con presencia, entre otras, de la exministra del PSOE Leire Pajín.

Pilar Alegría, portavoz del PSOE y titular de Educación, aseguró este domingo que su partido no se ha levantado en ningún momento de la mesa de negociación con Podemos, pero también advirtió de que «se hablará con todos los grupos parlamentarios que quieran mejorar la ley». Por ahora, los socialistas han excluido al PP al interpretar que, en realidad, no comparten el «solo sí es sí».

La acusación entre los socios de Gobierno de rehuir el acuerdo para la modificación de la ley transita en ambas direcciones. Irene Montero ha asegurado en repetidas ocasiones que está dispuesta a ceder siempre y cuando se mantenga el consentimiento explícito en las relaciones sexuales como núcleo de la norma, algo que los socialistas sostienen que con su modificación, elaborada por los técnicos del Ministerio de Justicia, queda más que garantizado. La titular de Igualdad ha llegado a comparar su batalla con la defensa del aborto en Estados Unidos.

«Nunca habrá tropas»

Durante el acto feminista capitaneado por Montero, la también ministra y secretaria general de Podemos, Ione Belarra hurgó en la otra herida que gangrena la coalición: la entrega de armamento a Ucrania. Belarra ha alentado la posibilidad de que el apoyo militar al Gobierno de Zelenski aboque en una conflagración mundial con riesgo nuclear y se ha preguntado si lo siguiente será el envío a soldados españoles a combate.

Algo que, en respuesta implícita, negaron los ministros de Defensa, Margarita Robles, y de Exteriores, José Manuel Albares. «Nunca habrá tropas en la guerra de Ucrania», sentenció Robles en una entrevista en La Vanguardia.

El Partido Popular sigue explotando el filón abierto por las grietas en el Gobierno. Feijoo acusó hoy a Sánchez de querer reformar el «solo sí es sí» justo antes del 8M para «hacerse la foto» y le censuró por no someter al Congreso, con su Ejecutivo dividido, la remisión de armas al Ejecutivo ucraniano.

Alegría dice que el PSOE está «abochornado» por el caso Mediador y pide al PP la misma «contundencia» 

La sombra de la corrupción regresa en plena carrera preelectoral. El caso Mediador —una red de corrupción y extorsión en Canarias en cuyo centro se sitúa el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo— obligó hoy al PSOE a ofrecer explicaciones e ir un paso más allá de las apelaciones a la presunción de inocencia realizadas hasta ahora. La sensación en la dirección del partido de haber parado a tiempo el golpe del caso con la expulsión del ya exparlamentario y la entrega de su acta en el Congreso ha mutado en un clima de incertidumbre sobre los posibles efectos adversos de cara a las elecciones autonómicas y municipales del 28M.

«Bochorno» y «vergüenza» son las palabras que, según la portavoz socialista y ministra de Educación, Pilar Alegría, sintetizan el sentir en Ferraz por las actividades ilegales que haya podido cometer Fuentes Curbelo, conocido como el «Tito Berni» entre los suyos, quien está acusado de cohecho, falsedad, blanqueo, tráfico de influencias y pertenencia a grupo criminal. La jueza instructora del caso le considera uno de los cabecillas de una red de corrupción y extorsión a empresarios en Canarias.

El caso amenaza convertirse en un escándalo en la era Sánchez al frente del PSOE y el temor en Ferraz se ha acrecentado en los últimas días. Una de las razones es que haya trascendido, a raíz de las conversaciones intervenidas y transcritas por la Policía y aportadas al juzgado, una cena en un reservado frente a la madrileña Puerta de Alcalá en la que, supuestamente, habrían participado hasta 15 diputados del PSOE.

Alegría dijo hoy no tener constancia de ese supuesto convite vinculado a la trama, pero sí aprovechó su comparecencia en Ferraz para arremeter contra el PP y pedir la misma «contundencia» a Alberto Núñez Feijoo con el último caso aflorado en las filas populares: la imputación del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí.

Precisamente, el expresidente gallego participó hoy en una comida-mitin para arropar a los populares baleares y al encuentro asistió el propio Marí. La titular de Educación había señalado horas antes del acto que el líder del Partido Popular tenía una «oportunidad inmejorable para ser transparente» ante la presencia en la comida del investigado. Pero Feijoo se limitó a cargar contra el Gobierno y sus divisiones internas.