Los expertos alertan de que el «bullying» está detrás de muchos casos de suicidios en adolescentes

L. Cancela REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Imagen de archivo de un joven que presentó una denuncia por acoso escolar
Imagen de archivo de un joven que presentó una denuncia por acoso escolar L. V.

En el 2020, catorce menores de 15 años se quitaron la vida en España, el doble que el año anterior

24 feb 2023 . Actualizado a las 09:03 h.

Con la vista puesta en los datos, desde el 2019, los casos de ansiedad o depresión en menores se multiplicaron por tres. El suicidio, por su parte, creció hasta un 59 %, según las conclusiones aportadas por el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y en la Adolescencia, de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepep). La Organización Mundial de la Salud señala que el suicidio «es un problema de salud pública importante pero a menudo descuidado», que se traduce en una muerte cada 40 segundos. Lo trágico del asunto es que muchos son «prevenibles con las intervenciones oportunas».

Desde el grupo de trabajo de la Aeped, explican que durante el 2020, «se suicidaron en España catorce niños menores de 15 años, el doble que el año anterior, y entre los jóvenes de 15 a 29, el suicidio es ya la segunda causa de fallecimiento, solo superada por los tumores malignos». La pandemia fue un momento de incertidumbre, preocupación, estrés y «muchísimo miedo al futuro», explica Carina Fernández, psicóloga coordinadora de Atención Integral en Feafes Galicia. En suma, los niños ni se relacionan igual, ni juegan a lo mismo. «Los adultos ya no les prestamos tanta atención, los dos padres van a trabajar, la vida es mucho más rápida y estresante, y, además, entran en juego las redes sociales», apunta Fernández. 

Factor exponencial

Francisco Villar, coordinador del programa de atención a la conducta suicida del menor en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, habla de la relación existente entre pantallas y el incremento de suicidios: «El móvil no ha inventado los abusos sexuales, los ha complicado; el móvil no ha inventado el bullying, lo ha complicado por 200.000», explica el experto. Para él, las intimidaciones no solo traspasan el muro del colegio, sino los límites de una ciudad. Así, el joven siente que la humillación se multiplica. No es la única crítica hacia su uso. De hecho, son muchos los profesionales que se muestran en contra de un tecleo incontrolado. La Fundación Anar también consideró el riesgo potencial de la tecnología en su Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022), en el que concluye que estos dispositivos están detrás del 45, 7 % de los casos que recibieron como intento o ideación suicida.

Los factores de riesgo son muchos y se presentan en distintas formas. «En los casos de suicidio en personas jóvenes, es cierto que el bullying está detrás de muchos de ellos. Al mismo tiempo, en esta etapa se construye la personalidad y empiezan a revelarse aquellos trastornos que continuarán hasta la edad adulta. De igual forma, nos podemos encontrar con personas que han sufrido abusos físicos o sexuales, porque los eventos traumáticos en la infancia pueden provocar que en la edad avanzada se desarrolle este tipo de conductas», cuenta Daniel López, psicólogo general sanitario. En suma, el experto recuerda que las personas que pertenecen al colectivo LGTBI, así como aquellos menores de familias desestructuradas o en procesos adictivos, tienen un mayor riesgo.