Carles Puigdemont se queda cada vez más solo en Waterloo con su estrategia del «exilio»

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

JULIEN WARNAND | EFE

Al expresidente catalán únicamente le queda Toni Comín. Rovira y Ponsatí quieren volver, y Puig cambia de abogado

23 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El frente del «exilio» independentista está resquebrajado. En poco tiempo, Carles Puigdemont podría llegar a quedarse solo con su escudero Toni Comín, presidente del Consejo para la República, el primero; director de este supuesto Govern paralelo, el segundo. Ambos son eurodiputados y abogan por mantener la confrontación contra el Estado desde el ámbito internacional, pero su capacidad de movilización ya no es la que era.

Tras la declaración de independencia, en octubre del 2017, el secesionismo se partió en dos. Hubo un sector que apostó por asumir las consecuencias y afrontar un juicio, que acabó con la condena por sedición para nueve de los dirigentes nacionalistas. Pero hubo otro bloque, encabezado por el expresidente de la Generalitat, que huyó al extranjero.

En un primer momento, junto a Carles Puigdemont se marcharon Lluís Puig, Clara Ponsatí, Toni Comín, Meritxell Serret, Anna Gabriel y Marta Rovira (también Quim Forn, Meritxell Borràs y Dolors Bassa, pero regresaron de inmediato). Hoy quedan Puigdemont, Comín, Puig y Ponsatí, en Bruselas, y Marta Rovira en Ginebra. En el independentismo, creen que esta última acabará optando por la vía que eligieron Serret y Gabriel, que regresaron.

Después de que el instructor del Supremo, Pablo Llarena, haya cambiado su auto de procesamiento para acusarle solo de desobediencia, Ponsatí ya ha expresado su intención de regresar.

El último que está realizando movimientos para volver es Lluís Puig, exconsejero de Cultura, que ha formado parte del núcleo duro del «exilio» en Waterloo junto a Puigdemont. El diputado autonómico por Junts ha cambiado de abogado y se ha apartado de la estrategia jurídica del expresidente. Ambos compartían a Gonzalo Boye, abogado del narco Sito Miñanco. Puig ha abandonado a Boye y contratado al exconsejero catalán del Interior, Miquel Sàmper. Él nunca estuvo acusado de sedición, a diferencia de Puigdemont, Comín y Ponsatí. El exconsejero ha pedido al juez del Supremo que le retire la malversación y que le deje solo acusado de desobediencia, como Ponsatí y Rovira. Puig ya no descarta negociar con el Supremo garantías de no ir a prisión si regresa.

El caso es que el recurso al Supremo se produce en vísperas de una importante decisión judicial que afectará a Puig y tendrá consecuencias sobre Puigdemont. Este 31 de enero, el Tribunal de Justicia de la UE, última instancia judicial europea, dictará sentencia sobre las euroórdenes de extradición.