Los conservadores del Poder Judicial mueven ficha para renovar el TC

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Reunión del Consejo General del Poder Judicial, en una imagen de archivo
Reunión del Consejo General del Poder Judicial, en una imagen de archivo CGPJ

Cambian a Lucas por la progresista Segoviano en busca de consenso

26 dic 2022 . Actualizado a las 23:05 h.

La renovación del Tribunal Constitucional se ha convertido en problema de Estado, que ha provocado una grave crisis institucional todavía sin visos de solución. Una cuestión no menor que incluso llevó a el rey Felipe VI, en su papel de árbitro, a hacer un llamamiento para frenar la a frenar la erosión institucional y avisar, en su tradicional discurso navideño, de que «la división hace más frágiles a las democracias». Este martes los 17 vocales que conforman el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el presidente suplente, Rafael Mozo, tienen una oportunidad para solucionar seis meses de bloqueo y designar a los dos vocales que les corresponden al Tribunal Constitucional.

La sesión, que se iniciará a las 16.30 horas, ha vuelto a ser forzada por el bloque conservador mayoritario en el CGPJ, que tiene su mandado vencido desde hace ya cuatro años por la falta de acuerdo entre PP y PSOE. El objetivo que tienen los conservadores es anticiparse a la reforma exprés del Gobierno, paralizada por la resolución del Constitucional, y aupar a los dos candidatos propios. Será la segunda votación que se celebre en la plazo de una semana. Dos de los tres candidatos repiten en esta ocasión. Son los magistrados del Tribunal Supremo César Tolosa —por el ala conservadora— y José Manuel Bandrés por el sector progresista. Pero la gran novedad respecto a la anterior terna es la inclusión de la magistrada jubilada María Luisa Segoviano, que figuró en la lista inicial de nueve nombres de los progresistas. Y esta es la baza que quieren jugar los conservadores para alcanzar el esperado acuerdo.

Romper los bloques

Hasta ahora, el equilibrio de fuerzas en el CGPJ —con 8 vocales progresistas y 10 conservadores— ha hecho imposible el acuerdo. En la votación del 20 de diciembre, los dos nominados por el sector mayoritario, Tolosa y Pablo Lucas, obtuvieron 10 votos, mientras que Bandrés logró 7, porque el vocal Enrique Lucas tuvo que abstenerse porque su hermano era uno de los candidatos.

Para la fumata blanca son necesarios 11 síes, algo que hasta ahora no ha sido posible porque los vocales han votado en bloque y ninguno se ha descolgado para cambiar el equilibrio. Las reglas vigentes imponen una mayoría de tres quintos para enviar candidatos al Constitucional y permiten que cada uno de los 18 vocales que actualmente forman el CGPJ propongan y voten a dos aspirantes.

Fuentes del CGPJ consultadas por Europa Press indicaron que el ala conservadora ha apostado por incluir un nombre progresista en su tándem (primero Lucas y ahora Segoviano) para que sus homólogos renuncien a Bandrés, un magistrado sobre el que los conservadores han impuesto un veto tácito. De momento, sin embargo, el ala progresista mantiene el nombre de Bandrés sobre la mesa.

La candidatura de Tolosa y Segoviano fue avalada con la firma de 6 de los 10 vocales del bloque conservador. Bandrés llega con el respaldo de 7 de los 8 que integran el sector progresista, a falta de la firma del vocal Enrique Lucas. Algunas fuentes consideran que esta falta de unanimidad ante la candidatura de Bandrés puede traducirse en un voto más para Tolosa y Segoviano, lo que sería suficiente para que salieran elegidos. Otras voces consultadas, sin embargo, le restan importancia al asunto y precisan que la ausencia de Lucas es por respeto a su hermano, que la semana pasada figuraba como aspirante al TC. Añaden, además, que en el sector conservador tampoco hubo unanimidad. Con todo, las fuentes recuerdan que hasta hoy, a las 16.30 horas, podrán proponerse otros candidatos y no descartan que se sumen otro nombre a la votación.