Los poderes del Estado encaran un Día de la Constitución viciado por los disensos

Lourdes Pérez MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados. A. PÉREZ MECA / EUROPA PRESS

El fuego en el Congreso, el bloqueo del Poder Judicial y el pulso por el TC enturbian la celebración

05 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Instituciones, partidos y la ciudadanía sumergida en el puente más goloso del año están llamados a conmemorar este martes el 44º aniversario de la Constitución sin atisbo del recurrente debate sobre su reforma, ahogado por la falta de un mínimo consenso y, ahora, por un ambiente político que flirtea ya con lo irrespirable. Lo que viene siendo inevitable en estas cuatro décadas de ejercicio democrático agría un cóctel en el que se agitan la bronca instalada en el Congreso, el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial que este domingo alcanzó los cuatro años de interinidad y el pulso por controlar el Tribunal Constitucional.

Las escalinatas de la Cámara Baja congregarán este martes a los poderes del Estado en el tradicional acto de conmemoración del refrendo constitucional con una presidenta del Legislativo al frente, la socialista Meritxell Batet, con su autoridad cuestionada ante el ácido que destilan los debates. El señalamiento de Batet, bien por quedarse corta en la reprobación de exabruptos como el agravio machista de Vox a la ministra Irene Montero, bien por condescendencia hacia los excesos procedentes de los escaños del Gobierno y sus socios, mide hasta dónde se está elevando el listón del enconamiento partidario; este domingo mismo fue Isa Serra, de Podemos, la que cargó contra la presidenta del Congreso por afear a Montero que acusara al PP de «promover la cultura de la violación».

Batet, que previsiblemente trasladará a su discurso la apelación a la concordia, ejercerá de anfitriona en una ceremonia que reunirá al presidente Sánchez con el máximo responsable del CGPJ y del Supremo, Rafael Mozo, y el del Constitucional, Pedro González-Trevijano. La coincidencia se escenificará cuando el órgano de gobierno de los jueces y los dos principales tribunales del país están cada vez más maniatados por la ruptura entre el PSOE y el PP para renovar el CGPJ y el pulso por intentar controlar el TC, hoy de mayoría conservadora. 

Ambiente enrarecido

La 44º celebración del hito constitucional tendrá que bregar, así, con un ambiente muy enrarecido en el que el Poder Ejecutivo aparece lastrado por las disensiones en el Consejo de Ministros entre el PSOE y Unidas Podemos y tropiezos en su agenda reformadora como el de la ley del «solo sí es sí»; el Poder Legislativo se transforma en el teatro propicio para la polarización pleno a pleno; y el Poder Judicial afronta un desgaste inédito por la parálisis en la renovación del CGPJ, a la que no se ve salida cuatro años después. Este domingo, la portavoz socialista en el Senado, Eva Granados, incidió en las acusaciones de «antisistema» contra los populares por incumplir el mandato constitucional, mientras Alberto Núñez Feijoo devolvía el reproche denunciando la sumisión, a su juicio, del Gobierno a un independentismo opuesto al orden que emana de la carta magna.

La conmemoración constitucional se produce en medio de otra anomalía, dado que el bloque conservador ha dilatado la designación de las dos magistraturas del TC que competen al Consejo, incumpliendo el mandato de las Cortes para que lo hiciera hace tres meses. Y segundo y aún más controvertido, por el golpe de mano de Sánchez al no esperar al órgano de gobierno de los jueces y proceder a la designación de los otros dos miembros del Constitucional y elegir para ello al exministro de Justicia Juan Carlos Campo y a la ex alto cargo de la Moncloa Laura Díez.

La maniobra ha suscitado malestar en ambos lados del Poder Judicial y ha inoculado el virus de la división en el TC, donde una mayoría transversal ha frenado por ahora el examen de Campo y Díaz. Así, el máximo intérprete de la Constitución llega también herido al aniversario del marco de legalidad que ha de proteger.

Vox y los secesionistas, ausentes del acto institucional

El grupo parlamentario de Vox no enviará esta vez ninguna representación al acto institucional por el Día de la Constitución que se celebra cada 6 de diciembre en el Congreso, uniéndose así a las formaciones independentistas y nacionalistas que mantienen su tradición de ausentarse de este evento al que se invita a las instituciones del Estado. Así, el martes no habrá representación de los principales socios del Gobierno: Esquerra Republicana, PNV y EH-Bildu. Tampoco lo harán Junts, PDECat, CUP, Compromís y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).