Detonan en la embajada de EE.UU. en Madrid una nueva carta bomba, la sexta de los últimos días

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Imagen de la carta bomba que llegó a la Embajada de Ucrania en Madrid
Imagen de la carta bomba que llegó a la Embajada de Ucrania en Madrid Colpisa

Una persona resultaba herida este miércoles por otra misiva en la embajada ucraniana. Además, se recibieron otras similares en una empresa de armas y en el ministerio de Defensa. La Moncloa detectó el 24 de noviembre la primera, dirigida a Sánchez

01 dic 2022 . Actualizado a las 18:05 h.

La Policía Nacional ha detonado el sobre sospechoso de contener material explosivo dirigido a la embajadora de EE.UU. en España, Julissa Reynoso. Según fuentes policiales, los especialistas en desactivación de explosivos de la Policía Nacional, Tédax, han sido los encargados de neutralizar el sobre, cuya destinataria era la titular de la legación diplomática estadounidense.

El Ministerio del Interior ha informado de que el sobre había sido detectado a las 12.30 horas y se ha activado el protocolo policial pertinente, mientras en la zona se ha desplegado un importante dispositivo policial.

Con este nuevo sobre serían ya seis los envíos de similares características registrados en los últimos días. Pedro Sánchez fue el primer objetivo de la campaña de cartas explosivas de escasa potencia contra personas, instituciones y empresas españolas vinculadas a la guerra contra Rusia y que suma ya cinco envíos. El Ministerio del Interior desveló este jueves que el presidente del Gobierno recibió un paquete con material «pirotécnico» el pasado 24 de noviembre.

La carta al jefe del Ejecutivo, remitida por «correo postal ordinario» como el resto, fue detectada por los servicios del Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno, «en las tareas de cribado y filtrado de la correspondencia». Los Tedax de la Policía Nacional neutralizaron la carta bomba con una detonación, según informó Interior, que en su momento ya informó a la Audiencia Nacional de la localización de ese sobre con material «pirotécnico».

«Ese mismo día y, de forma paralela, la Secretaría de Estado de Seguridad ordenó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil que extremasen las medidas de protección de las administraciones y edificios públicos, especialmente en lo referente a los controles sobre los envíos postales», detalló en una comparecencia el secretario de Estado de Seguridad y número 2 de Interior, Rafael Pérez Ruiz.

El envío a Sánchez fue el quinto conocido después de que este jueves se localizaran otros dos paquetes explosivos «de muy pequeña capacidad» en el Centro de Satélites de la UE de Torrejón de Ardoz y en el Ministerio de Defensa. Estos sobres se unen a los recibidos el miércoles en el Embajada de Ucrania en Madrid, el único que llegó a estallar provocando heridas leves a un trabajador de la legación, y en la empresa de material militar zaragozana Instalaza.

Los servicios de Información de la policía, al cargo de las investigaciones, no tienen duda de que los cinco envíos localizados tienen el mismo origen, ya que los sellos usados son de la misma serie y en todos aparece la misma dirección de correo electrónico como remitente.

«Por cuenta propia»

La sospecha de los investigadores es que detrás de esta campaña está algún colectivo o persona prorrusa residente en territorio nacional (todos los envíos proceden de España), con escasa preparación y medios, habida cuenta del carácter casero de los artefactos. Se trataría, explican fuentes del caso, de algún «elemento» que opera por «cuenta propia» y sin relación con los servicios secretos o exteriores del Kremlin.

El primer paquete bomba localizado este jueves fue interceptado por agentes de seguridad del SatCen, la institución, que tiene su sede central en la base madrileña desde el 2002 y que está siendo clave a la hora de facilitar información estratégica a las tropas ucranianas que luchan contra el Ejército de Putin.

Según explicaron mandos de la lucha antiterrorista, esa carta bomba, remitida a nombre de Sorin Dumitru Ducaru, director del centro, se localizó poco antes de las 4.00 horas de la madrugada cuando los operarios de seguridad de la base escaneaban por rayos x toda la paquetería llegada al recinto. La inspección reveló que una carta remitida por correo ordinario al SatCen contenía un mecanismo de activación explosiva.

De inmediato, decenas de efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional acordonaron la zona, hasta la que se desplazaron efectivos de los Tedax, que neutralizaron este artefacto sin explosionarlo para poder recabar más pruebas.

«Incendiario»

A primera hora de la mañana de este jueves los funcionarios de Defensa, también durante la inspección del correo, localizaron otra carta sospechosa dirigida a la ministra Margarita Robles con lo que definieron como «material incendiario». El sobre, enviado como el resto desde España, tenían un mecanismo con un sedal para activar la carga cuando se abriera.

Las cartas bombas detectadas en la Moncloa, Torrejón y Defensa son idénticas, según los especialistas consultados, a las recibidas el miércoles en la Embajada de Ucrania en Madrid, que causó un herido leve al ser abierto el sobre, y a Instalaza, la empresa zaragozana que fabrica los lanzagranadas que España ha entregado a Ucrania y que están causando estragos a los tanques rusos.

Único herido

La primera de las cartas del miércoles, la de la Embajada de Ucrania, estalló a última hora de la mañana causando heridas de escasa consideración al administrativo que abrió el sobre. El herido se desplazó por su propio pie al centro Nuestra Señora de América de la capital de España, tras ser asistido en un primer momento por los médicos de la propia Embajada. En el hospital fue tratado de laceraciones y quemaduras, principalmente en las manos, de «escasa importancia».

El estallido no causó daños materiales en la legación, situada en el número 52 de la Ronda de Abubilla, al noroeste de la capital de España, en el exclusivo barrio del Conde Orgaz, donde se ubican muchas otras embajadas. Se desconoce por qué los servicios de seguridad de la Embajada de Ucrania, que están dotados de escáneres y máquinas de rayos x, no detectaron el artefacto. La bomba, que estaba dotada de un sistema de activación cuando se rasgara o abriera el sobre, estaba oculta en una carta sin remitente y enviada a nombre del propio embajador, el veterano diplomático Serhii Pohoreltsev, uno de los principales muñidores de los acuerdos con España para la entrega de material militar a Ucrania.

Lanzagranadas

El segundo envío con explosivos del miércoles fue localizado a las 19.00 horas en la sede de Instalaza, en la calle Monreal en el centro de la capital aragonesa. Este no llegó a estallar porque no llegó a ser abierto al levantar sospechas entre el personal de seguridad de esta empresa, que se dedica al diseño y fabricación de material militar de infantería. La compañía -explicaron fuentes de la investigación- era consciente de que se encontraba en el punto de mira después de la gran repercusión mediática que habían tenido las imágenes, sobre todo al principio de la guerra, de los centenares de sus lanzagranadas C-90 abatiendo blindados de las fuerzas de Moscú.

Los Tedax de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se desplazaron hasta la empresa armamentística para neutralizar la pequeña carga explosiva que tenía el sobre que, como en el caso de las dos bombas de Madrid, llegó por correo postal ordinario y fue enviado desde España.

El Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, de guardia esta semana, ha abierto diligencias por la explosiones. De forma preliminar se investiga un delito de terrorismo para atribuir la competencia al tribunal de la calle Génova, según informaron fuentes jurídicas.