El Gobierno enfría el debate sobre la reforma del delito de malversación

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso en la ceremonia de clausura de la decimocuarta edición de la Tribuna Corea-España.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso en la ceremonia de clausura de la decimocuarta edición de la Tribuna Corea-España. BORJA PUIG DE LA BELLASA / EFE

Junts anuncia que presentará su propia propuesta para modificar la sedición

18 nov 2022 . Actualizado a las 10:32 h.

El Gobierno trata de enfriar el debate generado en torno a la propuesta de sus socios de ERC de reformar a la baja el delito de malversación. Después de que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, dejara abierta la puerta a esa posible reforma, el Gobierno se mostró este jueves más esquivo a la hora de pronunciarse sobre una medida a la que ya se han opuesto públicamente varios barones socialistas. Sánchez prefirió en esta ocasión guardar silencio durante su visita a Corea del Sur.

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, trató de borrar cualquier duda en las intenciones del Ejecutivo y, al ser preguntada por una posible cambio en las penas por el delito de malversación en la próxima reforma del Código Penal, aseguró que la lucha contra la corrupción «sigue siendo la bandera» del Gobierno. Como hizo Sánchez en la víspera, Rodríguez aprovechó el debate para defender la acción del Ejecutivo en Cataluña desde que se celebrara el referendo ilegal del 1 de octubre del 2017 para cambiar a mejor la situación. 

«La concordia vale la pena»

«La convivencia y la concordia valen mucho la pena», sostuvo Rodríguez, parafraseando a la exministra de Defensa Carmen Chacón, para defender los pasos que ha dado el Ejecutivo en su negociación con ERC, que incluyen la derogación del delito de sedición. «Hoy estamos infinitamente mejor que entonces, y eso lo hemos hecho con política y desde la legitimidad de la democracia, que implica también la potestad para cambiar las normas», afirmó la ministra.

Rodríguez indicó que si el de Cataluña fue «uno de los grandes problemas» que se encontró el Gobierno de Sánchez, una de sus principales banderas fue «la lucha contra la corrupción, junto con la defensa de la ejemplaridad y el avance en calidad democrática, y sigue siendo nuestra bandera». Insistió en que frente al problema que se encontraron en Cataluña se podía hacer algo u optar por la «doctrina Rajoy, del no hacer nada». El Gobierno, explicó, apostó por «trabajar desde el entendimiento» con las Administraciones.

El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, se sumó a los barones que se han opuesto a reformar el delito de malversación, como Emiliano García-Page o Javier Lambán. Lobato afirmó que «no debería tocarse ese delito ni las penas que conlleva». «Yo la verdad que no lo veo. Con el dinero público, cero bromas», añadió, a pesar de que Sánchez indicó que cuando se presente esa propuesta se estudiará si es procedente o no reformar la malversación.

Aunque la propuesta de cambiar los delitos de sedición y malversación partió de ERC, Junts per Catalunya anunció este jueves que presentará una enmienda a la totalidad con texto alternativo a la proposición de ley de modificación del Código Penal que estará basada en las sentencias de los tribunales europeos de los últimos cuatro años y centrada exclusivamente en la sedición, no en la malversación

Propuesta de Junts

Será un texto «claro, preciso y sin ambigüedades», según afirmó la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras. El propósito es, según recalcó, que el Código Penal quede homologado a los «estándares europeos de derechos fundamentales». A su juicio, esa homologación no se produce con la proposición de ley presentada por el PSOE y Unidas Podemos para sustituir el delito de sedición por otro de «desórdenes públicos agravados». «Sabemos que las altas instancias judiciales en la manera de interpretar lo que hacen los independentistas es siempre en la parte negativa y de castigo», sostuvo, acusando a PSOE y Unidas Podemos de querer tener «contentos» a todos: a los barones socialistas por un lado y a ERC por otro.