«Cuando me llamaron asesina, supe que no eran solo médicos», afirmó
15 nov 2022 . Actualizado a las 15:41 h.La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso insiste en sus argumentos. A su juicio, las protestas sanitarias en Madrid no tienen que ver con el derecho a reclamar mejoras laborales de todos los profesionales, que dice entender y sostiene que son reivindicaciones en las que trabaja el Gobierno de la comunidad. Las motivaciones, según su análisis, son políticas y el objetivo es la construcción de un nuevo liderazgo en la izquierda que el PSOE le está cediendo a Más Madrid.
Pero la multitudinaria manifestación del domingo tuvo un efecto, porque arrancó un compromiso del Gobierno de la Comunidad de Madrid. La líder madrileña se comprometió a seguir negociando con los trabajadores de la sanidad. Los efectivos de las urgencias extrahospitalarias se encuentran en una huelga indefinida desde hace una semana y a este paro tienen previsto unirse los trabajadores de la atención primaria el próximo lunes. «Vamos a seguir encarando las dificultades trabajando», aseguró Ayuso.
Pero, a la par que tendió la mano a los trabajadores de la sanidad, Díaz Ayuso insistió también en las críticas a la oposición, a una izquierda que tildó de «irresponsable» y que busca «llegar al poder a través de la confusión, la agitación y el juego sucio». Con esta actitud, advirtió la presidenta madrileña, «se impide el debate sereno para una reforma necesaria en un mundo que envejece». «En lugar de pedir un pacto nacional» para resolver el problema de la carencia de médicos que se está revelando en toda España, recriminó la líder popular, la oposición «ha optado por politizar las dificultades». «Cuando me llamaron asesina [en la manifestación del domingo], supe que no eran solo médicos», dijo en un acto en el Club Siglo XXI.
«Activismo de izquierda»
Si bien aseguró que respeta a los manifestantes, acusó al «activismo de izquierdas» de confundir a la opinión pública: «Cuando dicen que nuestro sistema sanitario atenta contra la sanidad pública sabemos, simplemente, que sus discursos los han escrito aquellos que no utilizan nuestro sistema público porque les atienden en hospitales privados». «Si los activistas de la izquierda acudieran a nuestros hospitales, a lo mejor había menos demagogia», lanzó, como mensaje tras la protesta ciudadana del domingo que congregó a 200.000 personas, según la Delegación del Gobierno, y hasta a 670.000, según los organizadores. Asimismo, Díaz Ayuso ironizó con la idea de que si las marchas hubieran sido en defensa de la sanidad pública, «habrían ido dos millones de madrileños».
La presidenta de la comunidad insistió en la lectura política de esta movilizaciones. Se busca, según su análisis, un nuevo liderazgo de «ultraizquierda» después de que el PSOE lo haya entregado a Más Madrid, «una escisión de Podemos».
Y las tesis de Ayuso encontraron respaldo en el Comité Ejecutivo Nacional del PP donde los barones populares cerraron filas con la presidenta madrileña, y suscribieron su análisis. «Es una frivolidad de máximo calibre hablar de desmantelamiento de la sanidad pública en Madrid», dijo el secretario de Organización del PP, Miguel Tellado.
En cambio, para la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, la manifestación del domingo en Madrid es « un ejemplo de absoluta democracia». La también ministra de Trabajo y Economía Social insistió en que el PP pretende privatizar la sanidad, una propuesta «profundamente inadecuada» y «equivocada», dijo en un acto celebrado en Bilbao.
El consejero de Sanidad de Madrid alerta de la jubilación de 6.000 profesionales en diez años
La plantilla de médicos de la Comunidad de Madrid está muy envejecida. En los próximos diez años, 6.000 profesionales —el 35 % de la actual plantilla —llegará a la edad la jubilación. Una situación que preocupa al Gobierno de la comunidad como alertó en la Cope el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
«Nuestro principal problema es la falta de profesionales y la edad de la plantilla», señaló Escudero, para quien, tal y como está concebido el sistema, es muy difícil llegar a una renovación con garantías. Por término medio, un médico en España tarda unos diez años en formarse, entre la carrera universitaria y el MIR, requisito para poder acceder a un puesto en la sanidad pública. «Tal y como está concebido el sistema va a ser imposible hacer ese relevo en Madrid. Hay que actuar a todos los niveles y esa es un responsabilidad del Gobierno central», señaló Ruiz Escudero, quien puso de manifiesto la necesidad de contar con más médicos de familia.
El consejero defendió la gestión de Ayuso, y, como la presidenta madrileña, considera que las protestas tienen una motivación política. Defendió que «la sanidad madrileña va por delante del resto de comunidades autónomas en prácticamente la totalidad de los indicadores».