La Fiscalía carga contra los continuos cambios en la cúpula de los Mossos

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Mossos d'Esquadra, en una fotografía de archivo
Mossos d'Esquadra, en una fotografía de archivo David Zorrakino | EUROPAPRESS

El exresponsable del cuerpo Josep Lluís Trapero critica injerencias políticas en la Policía catalana

04 nov 2022 . Actualizado a las 16:39 h.

La polémica en torno a la crisis en la cúpula de los Mossos no cesa. Tanto la Fiscalía como el mayor de la Policía catalana, ya apartado como jefe del cuerpo, han criticado este viernes a la Consejería del Interior, la actual y las anteriores. El teniente fiscal, Pedro Javier Ariche, en una comparecencia en el Parlamento, ha cargado contra los continuos cambios en la cúpula de la Policía catalana. En solo un año y medio, los Mossos han tenido tres jefes distintos: Josep Lluís Trapero, Josep María Estela y Eduard Sallent. «Causa perplejidad el cambio continuo de la dirección de la policía, ya que implica cambios continuos de interlocutores y cambios de proyectos», ha reprochado durante su intervención en la comisión que aborda un nuevo modelo policial en la Cámara catalana. «Pedimos cierta estabilidad a los mandos de los Mossos», ha señalado.

Ariche ha emplazado a los diputados a que reflexionen qué pensarían si en cinco años se hubiera cambiado cinco veces de fiscal superior. La crítica iba contra la actual dirección en la Consejería del Interior, en manos de ERC, pero también en las anteriores, porque en el último lustro la Policía catalana ha sufrido seis cambios en la jefatura. En la última etapa subyace el interés de ERC por controlar el cuerpo. De ahí el cese de Trapero hace un año. La oposición, los sindicatos y el anterior consejero de Interior, Miquel Sàmper, han denuncian estas semanas injerencias políticas. Sàmper acusó a mandos de los Mossos de obstruir investigaciones judiciales. El entorno de Trapero señaló a ERC por querer controlar las investigaciones policiales.

Una renovación bajo sospecha

Hace un año, aprovechando el cese de Trapero, el Departamento de Interior de la Generalitat llevó a cabo una renovación profunda de la cúpula de la Policía autonómica, que levantó sospechas entre los sindicatos policiales y los grupos de la oposición, que hablaron de «purga política» para hacerse con el «control» del cuerpo por parte del Ejecutivo catalán. Especialmente en la unidad de la lucha anticorrupción. El cambio más controvertido y el que disparó las especulaciones de intento de politización del cuerpo fue el de Toni Rodríguez, que lideró investigaciones de corrupción que acabaron con la imputación de Buch y Borràs.

Ariche ha advertido de que no se pueden admitir injerencias por parte de políticos ni de la propia Consejería del Interior en el trabajo de los funcionarios de policía responsables de una investigación. «El funcionario policial al que se ha encargado la investigación responde e informa al juez oficial que la dirige y atiende únicamente a sus órdenes e indicaciones», ha avisado.

Trapero también ha intervenido en la comisión parlamentaria, en calidad de responsable de la división de evaluación de servicios. El mayor de la Policía catalana ha criticado injerencias de cargos de confianza en el cuerpo: «No pueden dirigir desde la sombra», ha afirmado. A su juicio, las cúpulas políticas en la Consejería de Interior llevan años de «gestión poco democrática, oportunista y clientelar». Trapero ha cargado contra el modelo de dirección coral que propone ERC en la Policía catalana. «Una jerarquía malentendida puede ser un indeseable empoderamiento de la tecnocracia, al igual que algunas formas plurales de decisión pueden difuminar quien toma las decisiones e incluso puede ser una estrategia para traspasar límites y actuar allí donde no se tiene legitimidad. Eso sí, disfrazado de modernidad», ha arremetido.