Aragonès insiste en que Cataluña «volverá a votar» en referendo

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este sábado, durante su mensaje institucional con motivo de la Diada
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este sábado, durante su mensaje institucional con motivo de la Diada Arnau Carbonell | EFE

El presidente de la Generalitat asegura que «tarde o temprano» será «inevitable» celebrar una consulta sobre la independencia

10 sep 2022 . Actualizado a las 21:28 h.

«Cataluña votará. Lo hará tarde o temprano en función de la fuerza que tengamos, pero lo hará. Lo haremos». El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se comprometió este sábado a no renunciar «nunca» a que los catalanes puedan decidir su futuro y se mostró convencido de que, de manera «inevitable», Cataluña celebrará un referendo sobre la independencia.

El jefe del Ejecutivo catalán, en el mensaje institucional con motivo de la Diada, llamó a la movilización, «cada uno desde sus convicciones y su visión del país», en pleno enfrentamiento con la ANC, que ha provocado que el dirigente republicano y su partido no acudan este domingo a la manifestación independentista de este 11S. La parte más radical del secesionismo acusa a Aragonès y a ERC de haber intentado desmovilizar a la gente para la marcha de la ANC de este año. Días atrás, el presidente catalán admitió que el referendo va para largo y que su negociación no podrá afrontarla al menos hasta el 2024. Hubo quien le acusó de renunciar a la autodeterminación. Era un jarro de agua fría en vísperas del 11S. El dirigente republicano trató este sábado de congraciarse con los independentistas que más le critican y lanzó un mensaje de compromiso granítico con el derecho a decidir, aunque algo tarde para apaciguar los ánimos en el nacionalismo.

Defendió además la mesa de diálogo, que este domingo será blanco de los dardos más envenenados de la ANC, y afirmó que está «consiguiendo devolver el conflicto a la política» y llegando a acuerdos con el Gobierno central para «acabar con la amenaza de la judicialización». «Es imprescindible para facilitar una negociación que aborde el fondo del conflicto», señaló. El presidente de la Generalitat presumió además de haber salvado la inmersión lingüística en las escuelas y de que «por primera vez en los últimos siete años ningún centro educativo verá cómo le imponen un 25 % de clases en castellano».