Los partidos comienzan el nuevo curso con cambios relevantes en sus estructuras

Javier A. Lomo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Ariana Lastra, del PSOE; Pablo Casado, del PP, y Macarena Olona, de Vox, ya no estarán en primera fila en el nuevo curso político
Ariana Lastra, del PSOE; Pablo Casado, del PP, y Macarena Olona, de Vox, ya no estarán en primera fila en el nuevo curso político

Varios rostros de las principales formaciones aparcan la primera línea política

29 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cambios realizados en las estructuras internas de las formaciones en los últimos doce meses dibujan un inicio de curso político con importantes figuras que abandonan la primera línea y nuevos nombres que los reemplazan. El ciclo electoral de 2023, en el que habrá elecciones locales, autonómicas y generales, convierte el actual ejercicio en la antesala de la contienda que tendrá lugar el próximo año. El PSOE, que aspira a mantenerse en el Gobierno, es el último que ha realizado cambios de calado. La número dos de los socialistas, Adriana Lastra, dimitió el mes pasado por la necesidad de «tranquilidad y reposo» que aseguró requerir «su embarazo de alto riesgo». Una decisión y un argumento que desde la formación atribuyeron exclusivamente a la que había sido persona de máxima confianza de Pedro Sánchez desde su acceso a la secretaría general socialista. Protagonista durante este tiempo de algunos de los enfrentamientos más ásperos con la oposición, Lastra no ha dejado su escaño en el Congreso. Precisamente, su renuncia abrió un escenario propicio para que Sánchez remodelara la dirección socialista. Cesó a sus portavoces en el Congreso y en el partido, Héctor Gómez y Felipe Sicilia, y encumbró en su lugar al exlendakari Patxi López y a la ministra de Educación, Pilar Alegría. La tarea de reemplazar a Lastra como vicesecretaria general del PSOE recayó en la ministra de Hacienda y exportavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

Igual o más relevantes son los cambios que han tenido lugar en el último año en el PP. Terminará la legislatura con un presidente distinto al que se enfrentó a Sánchez en los comicios. La batalla entre la anterior dirección nacional de los populares y la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso apeó de Génova al entonces presidente Pablo Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, quien sigue manteniendo su escaño en la Cámara Baja.

La llegada de Alberto Núñez Feijoo a la presidencia del PP también ha producido cambios en su estructura. El expresidente gallego recuperó a Esteban González Pons —que estaba en el Parlamento Europeo— como vicesecretario institucional, nombró a Pedro Rollán responsable de coordinación autonómica y local; a Elías Bendodo, coordinador general; a Miguel Tellado, vicesecretario de organización; a Juan Bravo lo designó responsable económico, y a la castellano-manchega Carmen Navarro, vicesecretaria de políticas sociales. Los portavoces parlamentarios mantuvieron su puesto. Javier Maroto en el Senado y Cuca Gamarra en el Congreso. Esta fue incluso nombrada, a pesar de su papel en la etapa de Casado, secretaria general y número dos de los populares. 

Consecuencias electorales

En Unidas Podemos, el otro partido que forma parte del Ejecutivo, desaparece de la escena Enrique Santiago, quien ostentaba el cargo de secretario de Estado para la Agenda 2030. La proximidad del que fue reelegido hace pocos meses secretario general del PCE a la vicepresidenta Yolanda Díaz llevaron a la líder de Podemos, Ione Belarra, a realizar cambios en su ministerio.

La de Macarena Olona, por su parte, fue la dimisión que más sorpresa generó. La exdirigente de Vox había abandonado en abril el ruedo nacional para concurrir a los comicios andaluces de junio. Pero solo obtuvo dos escaños más que las anteriores elecciones y el PP, con el que aspiraba a formar Ejecutivo, consiguió la primera mayoría absoluta de su historia en la región. Algo más de un mes después, Olona dimitió alegando motivos de salud. Entre medias, una petición para volver a Madrid tras el batacazo electoral —que la dirección nacional le negó— y una complicada relación con la plana mayor del partido. Vox pierde a uno de sus mayores activos parlamentarios y a la muñidora de la mayoría de recursos de inconstitucionalidad que ha presentado en el Constitucional contra el Gobierno, dada su condición de abogada del Estado.

Ciudadanos también contabiliza bajas en sus filas. Los liberales han visto marchar a uno de los pocos dirigentes que quedaban pertenecientes a la etapa de Albert Rivera: Luis Garicano, quien el 20 de julio anunció que abandonaba su acta como eurodiputado para volver a Estados Unidos a dar clases. Otros nombres tan relevantes al principio de la actual legislatura como la exvicepresidenta Carmen Calvo y el líder de Podemos Pablo Iglesias desaparecieron del mapa político en el 2021. La primera, en la crisis de Gobierno que Sánchez acometió el pasado verano, y el segundo, tras el fracaso de las elecciones madrileñas a las que se presentó tras dimitir de vicepresidente.