«Sácanos de aquí. Vamos a morir», los ruegos de los viajeros del tren cercado por las llamas en Castellón

JULIA FERNÁNDEZ / ÁLEX SERRANO / JOAQUÍN BATISTA VALENCIA / COLPISA

ESPAÑA

Tramo ferroviario afectado por el fuego en Bejís (Castellón).
Tramo ferroviario afectado por el fuego en Bejís (Castellón). Rober Solsona | Europa Press

Una joven que viajaba en el convoy relata las escenas de pánico que se vivieron y cómo escapó de las llamas por las vías. La versión de Renfe es distinta: fue la maquinista quien consiguió salvar las vidas de los pasajeros, pero muchos «perdieron los nervios»

18 ago 2022 . Actualizado a las 20:03 h.

«Sácanos de aquí, por favor». La situación a la que se enfrentaron este martes por la tarde los viajeros del tren cercado por las llamas en la zona de Caudiel, en Castellón, no fue una broma. Lo cuenta una de las usuarias, de nombre Virginia, que tiene 30 años. «El tren salió de Valencia y tenía como destino Zaragoza», relata la joven, cuyo padre es bombero en Aragón. Para llegar, tenía que pasar por la zona de Caudiel, muy cercana al área que calcinaba el imparable incendio forestal de Bejís, que había obligado a evacuar tres municipios y amenazaba un cuarto, Viver. Pasada media hora, los pasajeros empezaron a ver las llamas que devoraban el bosque de forma descontrolada.

Y minutos después se desató el pánico. El tren «empieza a calentarse y entra humo», relata Virginia, que se asoma a la ventana y se queda helada. Las llamas estaban a apenas unos metros de las vías. Sus compañeros de viaje empiezan a gritar sin saber qué hacer. Sobre todo cuando la maquinista para el convoy y sale de la cabina «corriendo». Al parecer, la profesional quería dar marcha atrás, pero no lo consiguió desde la parte delante y se fue a la trasera, donde hay otra cabeza tractora. Su intención era volver a Caudiel.

Ahí es cuando Virginia se dirige a ella. «Le digo: por favor, sácanos de aquí». Pero el motor no reacciona. Y la maquinista «se ve sobrepasada», apunta. «Sale de la cabina y comienza a decir que no sabe qué hacer, que está esperando órdenes y que el tren está bloqueado». Al oírla, muchos pasajeros estallan y se levantan lloran y gritan. «Vamos a morir asfixiados», se desesperan. Y le piden a la operaria que les abra las puertas de emergencia para salir.

Una carrera de 3 kilómetros por las vías

Una de las personas que salta afuera es Virginia que, en compañía de otros chicos, corren tres kilómetros por las vías para ponerse a salvo. Durante el trayecto, la joven llama a su padre y se pone en marcha el operativo de rescate. «Los que se quedaron en el tren eran personas mayores y muchos niños que no podían salir corriendo. Dijeron que se quedaban para morir ahí», relata. Este grupo consiguió llegar a Ragudo, donde los vecinos les ayudaron y les trasladaron a Viver para que les atendieran los servicios de emergencia.

La versión de Renfe es distinta: según la compañía, la maquinista, que se mantuvo serena, fue quien consiguió salvar las vidas de los pasajeros. «Fue por el tren calmando a la gente mientras iba a la cabina de cola, pero los pasajeros perdieron los nervios», han insistido sus responsables. Cabe destacar que algunos testigos aseguraron que quienes salían de los vagones decían que habían tenido que accionar la palanca de emergencia para hacerlo mientras las llamas les asediaban.

Este dispositivo, la palanca de emergencia, es precisamente el que bloquea los trenes. Una vez presionada, hay que 'rearmar' todo el sistema para poder iniciar la marcha de nuevo, lo que lleva unos minutos. Si no se hace, la máquina no arranca. Según Virginia, debió ser durante su huida cuando sucedió esto.

También asegura que la gente que salió con ella no resultó quemada. «Solo teníamos golpes y arañazos de correr». Pero hubo una veintena de heridos, tres de ellos, graves. Uno es una mujer de 58 años que está ingresada en el Hospital La Fe de Valencia con el 7% de su cuerpo abrasado.

10.000 hectáreas calcinadas

A estas horas, el incendio sigue avanzando sin control. Ya ha convertido en cenizas 10.000 hectáreas y ha obligado a desalojar de sus casas a 2.100 vecinos. Según la última actualización, en la zona trabajan 30 medios aéreos y 400 efectivos de distintos cuerpos y comunidades autónomas desde tierra.