Miquel Iceta: «Feijoo actúa como un ignorante, un sectario y un incompetente»

Miguel Lorenci / Lourdes Pérez MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deportes, en una tienda de música en Barcelona
Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deportes, en una tienda de música en Barcelona Enric Fontcuberta | EFE

El ministro de Cultura y Deportes confía en que Yolanda Díaz y Podemos «tendrán que ir todos juntos»

07 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A sus 61 años, el ministro bailón del Gobierno reconoce que intenta disfrutar con «la aventura» de la vida y de la política. El titular de Cultura, rescatado por Sánchez para el núcleo duro del PSOE, comparece risueño, descorbatado y con un pin del bono cultural, la gran apuesta de su departamento, en la solapa. Si alguna vez se fue, Miquel Iceta (Barcelona, 1960) ha vuelto.

—¿Este Gobierno está falto de alma, como dice la vicepresidenta Díaz, y baila en exceso?

—No... Este Gobierno tiene alma y un corazoncito muy a la izquierda, muy dedicado a mejorar la vida de la gente que lo pasa peor y a repartir los perjuicios de una manera justa cuando vienen mal dadas. Yo me sitúo a la izquierda de lo posible. Y siento orgullo de un Gobierno que ha acertado en lo fundamental: salvar la economía y proteger a la gente. Feijoo le llama a esto pufo. Yo le llamo sentido común.

—¿El sentido común, en este trance histórico, es endeudarse?

—Totalmente, y no vamos a hacerlo tanto como lo hizo Feijoo. Cuando uno aspira a gobernar, hay que evitar la ignorancia, la incompetencia y el sectarismo. Tú no puedes decir que movilizar recursos es crear un pufo cuando toda Europa lo está haciendo. El PP demuestra que no se puede contar con él. Y eso no es bueno, ni siquiera para ellos mismos.

—¿Está llamando a Feijoo ignorante, incompetente y sectario?

—Sus declaraciones así lo demuestran. Es un ignorante, porque España no tiene la mayor inflación de Europa. Un incompetente, porque predica cosas que no practicó cuando gobernaba Galicia; y sectario, porque niega el pan y la sal al Gobierno. Feijoo intenta no preocuparse de los problemas en su casa, con la presidenta de Madrid negándose a aceptar el plan de ahorro energético. Lo de las becas a los ricos no era una cosa puntual. El PP tiene tantas políticas como dirigentes y, cuando alguno se sale del guion, lo que hace Feijoo es esconder la cabeza.

—Ese Feijoo al que censura ha cosechado con el PP una histórica mayoría absoluta en Andalucía y el CIS le sitúa por encima del PSOE en intención de voto. ¿De verdad no les preocupa?

—En un tiempo de incertidumbre, primero con una pandemia y ahora con una guerra, ¿a quién se prefiere en el Gobierno? ¿A alguien que esté a verlas venir o a alguien que hace lo que haga falta para que la gente viva lo mejor posible? Es que no hay color. Creo que vamos a ganar las próximas elecciones.

—¿Y por qué, entonces, sus políticas no terminan de cuajar?

—Veremos si han cuajado o no cuando se vote. Estamos acertando al movilizar recursos. Si la gente quiere otra cosa... querré verlo; porque tampoco sé qué cosa.

—¿Su problema es que proyectan demasiado ruido? ¿Que bailan demasiado, por insistir con la metáfora?

—Si los gobiernos bailaran más, iríamos mejor... (ríe). Las coaliciones hacen ruido, y es lógico. Pero este Gobierno es milagroso, porque no pierde votaciones siendo tan ruidoso, tan diverso, con apoyos tan variopintos...

—Coquetean con el infarto casi en cada pleno.

—Yo fui portavoz parlamentario de un Gobierno de tres y no perdimos una votación. A aquel tripartito catalán le llamaban el Dragon Khan. Este Gobierno da muestras de estabilidad y de solidez. Otra cosa es que la oposición tenga prisa porque piensa que va a ganar las elecciones.

—Hay otra forma de verlo: que Feijoo está esperando a que ustedes se desplomen por sí solos.

—Para ganar unas elecciones hay que merecerlo. Y el PP ha estado contra todo: los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital, la reforma laboral, con datos de empleo como no habíamos visto...

—¿Les intranquiliza el frenazo de julio en el mercado laboral?

—A mí no. ¿Cuándo se han visto 11 millones de contratos indefinidos? Yo ya firmo por que esta situación se pueda mantener, con el paro por debajo de los tres millones. Sería una maravilla.

—¿La inflación es el peor enemigo al que se han enfrentado?

—No, fue mucho peor la pandemia. Se llevó a mucha gente por delante y eso es irreparable.

—¿Y si Putin decide cortar el gas?

—Pues que estaremos en mejor situación si aceptamos el plan de reducción energética, y no como hace parte del PP.

—Si no aprueban los Presupuestos, ¿se acabó la legislatura?

—No. Yo prefiero que los haya, porque daría la posibilidad de utilizar mejor los recursos. Pero a mí la prórroga me basta, aunque trabajamos para tenerlos.

—Y con Sánchez a la izquierda, ¿hay sitio para todos? ¿Para el proyecto de Yolanda Díaz?

—Naturalmente. La izquierda nunca es cosa de uno solo, es diversa y plural. Si la competencia da lugar a una suma virtuosa, por qué nos va a ir mal. Lo que estaría muy fastidiado es no tener un complemento a tu izquierda.

—¿Es mejor cartel hoy el de Díaz que el de Podemos?

—Pero si van a tener que ir todos juntos... La izquierda tiene que conjugar bien diversidad y unidad. La candidatura más potente a la izquierda del PSOE solo puede ser la de Yolanda Díaz. La izquierda ha aprendido que sumando gana y restando, pierde.

«¿Los votos de Bildu? Mire, yo voy al mercado y cojo los votos que encuentro»

El nuevo secretario de Memoria Democrática del PSOE asegura que no siente ningún malestar por apoyarse en Bildu para sacar adelante la nueva ley.

—Lo que me a mí me incomoda es que el PP no haya votado, a estas alturas, la condena del franquismo. Es alucinante. Todos tenemos que hacer un esfuerzo en España por que la memoria y la Historia tengan su lugar y no nos dividan en el presente.

—La memoria de Bildu, ministro, no es la suya: usted no impugna la Transición y la democracia española.

—¿Pero es que la ley cuestiona eso? Mire, yo voy al mercado y cojo los apoyos que encuentro. El PP ha decidido no apoyar en nada al Gobierno y luego lo critica porque busca a otros. Hombre, teta y sopa no caben en la boca.

—¿La verdadera argamasa del pacto con ERC es la continuidad de la legislatura, mientras la mesa de diálogo actúa de placebo?

—Lo son las dos cosas. En Cataluña hay que tender puentes, dialogar, no hay otra salida. La alternativa, una ruptura irreparable, es muchísimo peor y ya la vimos; gobernando el PP, por cierto.

—¿Su aspiración es otro Ejecutivo de las izquierdas en Cataluña liderado por el PSC?

—Quiero un Gobierno capaz de mirar al país entero. Independentistas habrá siempre, la cuestión es cuántos y con cuánta intensidad; y con Sánchez parece que son menos. Hay que encontrar un camino, que no será la ruptura ni la estricta continuidad de lo que hay.