El cese de Enrique Santiago aumenta la brecha entre Podemos y Yolanda Díaz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El secretario general del PCE, Enrique Santiagom durante una intervención en el Congreso.
El secretario general del PCE, Enrique Santiagom durante una intervención en el Congreso. Eduardo Parra | EUROPAPRESS

La vicepresidenta guarda silencio mientras concluye su gira por EE.UU.

24 jul 2022 . Actualizado a las 10:32 h.

«Las relaciones personales son buenas. Las políticas ya se como están». Con esa frase despachó Enrique Santiago, secretario general del PCE, el despido de su cargo como secretario de Estado de la Agenda 2030 por parte de la ministra Ione Belarra el pasado viernes de forma sorpresiva.

Enrique Santiago se convertía así en un caído más de las peleas internas por acaparar influencia sobre Yolanda Díaz en la confección de Sumar, la plataforma con la que pretende presentarse la ferrolana a las próximas elecciones generales.

El día después de su cese forzoso, las teorías se sucedían en el entorno de la formación morada. «Es increíble. Era íntimo de Pablo Iglesias, que fue el que le nombró. Le dejó su casa en Asturias, en Felgueres, para que veraneará en plena pandemia con Irene Montero y sus hijos y ahora sale a empujones», contaba un político gallego vinculado al Partido Comunista.

Pero lo cierto es que las relaciones de Santiago con la cúpula morada son distantes desde la confección de las listas para las elecciones andaluzas, que acabó en fiasco. «Por sus actos les conoceréis», tuiteó Toni Valero, coordinador en aquella comunidad de IU y pareja de Amanda Meyer, otra dirigente comunista que fue purgada hace escasas semanas por no plegarse al deseo de Belarra e Irene Montero de que Podemos encabezara la coalición andaluza en detrimento de Inma Nieto, también del espacio de Izquierda Unida.

Mientras, Yolanda Díaz, la principal perjudicada por este movimiento de Belarra, guarda silencio, al menos públicamente. Santiago era uno de sus principales apoyos en la logística de la nueva plataforma y en su entorno dan por hecho que su destitución no es casual y que se enmarca dentro de los mensajes que tanto Pablo Iglesias como Juan Carlos Monedero están lanzando a la vicepresidenta para que otorgue un papel preponderante a Podemos en su nuevo proyecto político.

El pulso está en su momento álgido, pero Yolanda Díaz mantiene su ritmo y prefiere centrarse en su gira por Estados Unidos para mejorar su perfil internacional en lugar de pelear con Podemos. «Lo dijo el primer día: si no se apartan los egos, la que se puede apartar es ella. Que no la pongan a prueba, porque se va y se quedan sin candidata», dice un conocedor de los entresijos de la formación morada. «A lo mejor es eso lo que quiere Iglesias, que se marche para que se quede como cabeza de lista Irene Montero», especula esa misma fuente.

Mirada a los Presupuestos

Mientras, en Podemos nadie quiso pronunciarse ayer sobre el despido de Enrique Santiago. El socio de coalición del Gobierno socialista prefirió girar la vista hacia el Comité Federal de los de Pedro Sánchez y valoró el mensaje progresista y «en positivo» que hizo el presidente del Ejecutivo, pero aprovechó para avisar de que los próximos presupuestos del 2023 serán «la prueba del algodón» del giro izquierdista anunciado por el líder del PSOE.

«Los próximos Presupuestos serán la prueba del algodón del cambio de rumbo del Gobierno» que reclama Unidas Podemos hace meses, indicaron fuentes de la formación morada a Efe, toda vez que estos portavoces consideran que el Ejecutivo ha escuchado sus demandas.